El Mapa de Atención Farmacéutica al Paciente Externo (
Mapex) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (
SEFH) inició su andadura hace un lustro para dar respuesta a las necesidades de un paciente que es mucho más que la medicina que toma.
Ahora, la experiencia acumulada en el trabajo ha permitido pasar a una siguiente fase, la de certificar los Servicios de Farmacia.
Ramón Morillo, el principal impulsor de Mapex, considera que es un paso más hacia una revolución en la
atención farmacéutica, en la que el paciente ya no se define por dónde está sino por lo que necesita.
¿Qué conclusiones se pueden sacar de cómo ha marchado el proyecto de Mapex hasta el momento?
Son bastante positivas porque un proyecto de este calibre, en el que
se han visto involucrados 160 hospitales en toda España y más de 200 farmacéuticos, puede ser una apuesta arriesgada pero era muy necesaria.
Morillo habla de la certificación de unidades en base a Mapex.
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Habíamos identificado, hace unos años, una variabilidad asistencial en la atención farmacéutica a los pacientes externos que
nos obligaba a homogenizar, que no a unificar, la asistencia que desde la Farmacia Hospitalaria se daba a los pacientes.
Un proyecto de este tipo tiene mucho recorrido y es muy complicado porque los hospitales tienen diferentes estructuras y recursos humanos. Pero era necesario que desde un punto de vista colectivo –porque Mapex es un proyecto de inteligencia colectiva– decidiéramos qué camino queríamos recorrer, y diéramos una respuesta a las necesidades que habíamos identificado en la asistencia o la atención farmacéutica que dábamos en los hospitales.
Con el recorrido que hemos tenido en estos cinco años estoy muy satisfecho pero a la vez soy consciente de que queda mucho trabajo por hacer. Como siempre que planteamos una innovación, hay compañeros que han abordado las mejoras que ha traído Mapex de una manera mucho más rápida, y otros van mucho más lento. Nos gustaría, obviamente, que todo el mundo se incorporara a estos proyectos de una manera mucho más acelerada.
Mapex empezó siendo un proyecto enfocado en el VIH, luego se ha ido extendiendo a otros ámbitos, ¿qué se ha aprendido en estos pasos?
Justo antes del Mapex se hicieron un par de proyectos multicéntricos, el Proyecto Andalucía y el Proyecto Origen. El
Proyecto Origen analizaba la estructura, proceso y resultado de la atención farmacéutica del paciente con VIH y, al participar más de 80 hospitales en ese proyecto, rápidamente nos dimos cuenta de que los problemas que teníamos en ese momento para el paciente con VIH eran, ni más ni menos,
el espejo de lo que estaba ocurriendo para el resto de patologías. Y de ahí surge Mapex.
"Mapex se crea para cuatro ámbitos: VIH y hepatitis, Oncohematología, inmunomediadas y neurodegenerativas"
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Mapex, de entrada, se crea para trabajar en cuatro grandes ámbitos. Uno era las patologías víricas, donde incluíamos al VIH y las hepatitis fundamentalmente; el ámbito oncohematológico; las enfermedades inmunomediadas y las enfermedades neurodegenerativas. Curiosamente, de esos dos últimos ámbitos han emanado dos
grupos de trabajo de la SEFH, o sea que han tenido un recorrido posterior al margen de Mapex.
La gran lección que hemos aprendido es que
para avanzar conjuntamente teníamos que dar una respuesta global, no valían respuestas unívocas por parte de hospitales concretos que propusieran soluciones, llamémoslo así, unilaterales. La gran respuesta estaba en el colectivo y en dar respuestas homogéneas, que no unificadas, porque cada hospital es diferente.
Al medir los resultados en salud, debe haber una gran complejidad para establecer comparaciones entre cómo se ha desarrollado Mapex en el mismo ámbito pero en diferentes Servicios de Farmacia Hospitalaria.
Sí, ha habido hospitales que rápidamente se han alineado con todas las innovaciones que ha traído Mapex, entre ellas un modelo de atención farmacéutica, el
modelo CMO, que algunos hospitales ya han incorporado a su asistencia diaria y a otros les está costando más trabajo
Éramos conscientes de que esto iba a ocurrir, pero el proyecto de certificación va a hacer que los hospitales sientan esa necesidad de incorporarse más rápidamente a los proyectos de Mapex porque
les va a traer como consecuencia una mejora de la calidad asistencial certificada por la propia SEFH.
Morillo atendió a Redacción Médica en su despacho en el Hospital Universitario Virgen de Valme (Sevilla).
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Este es el paso en el que ya se audita y se certifica la calidad del proceso. ¿Cuál ha sido la dificultad para establecerlo?
Yo lo llamo el punto de no retorno a la norma de certificación,
ya no hay vuelta atrás en este marco de mejora de la calidad asistencial. Ha sido un reto mayúsculo porque había que desarrollar una norma que incorporara todos los ámbitos de todas las normas de calidad existentes.
Había que desarrollar una norma que no fuera en contra de lo que los hospitales ya están haciendo, que fuera ambiciosa pero que no dejara atrás a los hospitales, sino hacer que se vieran atraídos por ese salto de calidad, que el esfuerzo que invirtieran rápidamente lo verían recompensado.
Ha sido un trabajo de muchos meses, de muchas personas dentro de la sociedad, y todavía no hemos logrado terminarlo al 100 por cien. Todavía tenemos algunos matices que cerrar de cara al próximo año pero los resultados del pilotaje, que se ha hecho en dos hospitales, ha sido muy satisfactorio y creo que
hemos desarrollado una norma única, extraordinaria, porque no existe nada a nivel internacional similar.
Es un éxito por parte de la SEFH y así lo difundiremos en el congreso de Sevilla, en el que habrá una mesa en la que contaremos los proyectos de la sociedad, y este va a ser uno de ellos.
¿En qué hospitales se ha llevado acabo el pilotaje?
"La norma va a certificar en base a tres niveles de calidad: básico, intermedio y avanzado"
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En el Hospital de Valme, en Sevilla, y en el de Castellón. Hemos ido viendo cómo la primera fase de la norma y la implementación en la práctica real era dinámica y factible, no tanto para los dos hospitales que estábamos inmersos en el proyecto sino, sobre todo, mirando ya a cuando la norma se expanda en los próximos meses o años, a otros hospitales.
Hablamos de
certificación, que no de acreditación. La propia SEFH es la que va a certificar el nivel de calidad de la atención farmacéutica en base a todos los proyectos que se han desarrollado, al modelo de atención farmacéutica que hemos desarrollado, las herramientas que se han venido trabajando en los últimos años:
herramientas de estratificación de pacientes, del paciente crónico, del paciente pediátrico, del VIH, la hepatitis y las dos últimas que se han desarrollado, que son las de enfermedades inmunomediadas y la de paciente oncohematológico.
Todas esas herramientas, más todo lo que está por venir –y hablamos de los proyectos de asistencia farmacéutica en base a nuevas tecnologías, etc.– y, por supuesto, una herramienta fundamental que es la entrevista motivacional y el trabajo por objetivo en relación a la farmacoterapia, todo eso impregna la norma.
Al final, la norma te va a certificar en base a tres niveles de calidad que va a establecer la SEFH: el nivel básico, el intermedio y el avanzado, según el número de ítems que se cumplan.
¿Qué va a permitir a los Servicios de Farmacia que estén certificados?
"La norma de certificación es el punto de no retorno".
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Tener la garantía de que la atención farmacéutica que se ofrece a los pacientes es de la más alta calidad y está basada en las mayores evidencias de mejoras de los resultados en salud, y en paralelo también tiene la garantía de que la atención farmacéutica cubre que los pacientes sean atendidos
en base a sus necesidades y no al tratamiento que tenían prescrito o que se le dispensa a los hospitales.
Por último,
no pensar que la atención farmacéutica se realiza exclusivamente cuando los pacientes están en los hospitales, sino que también se puede hacer atención farmacéutica cuando están en sus casas. Se trata de hacer la atención farmacéutica más allá de la presencia física de los hospitales, lo que llamamos el concepto de oportunidad del modelo CMO.
Si desarrollamos la norma de certificación en los hospitales que aspiran a alcanzar esos niveles, estamos seguros de que cubrimos esos tres pilares fundamentales. Y todo eso sin olvidar algunos aspectos que cuando empezamos el proyecto Mapex ni siquiera nos lo planteamos, pero que a día de hoy son elementos fundamentales para el desarrollo de la siguiente iniciativa, que es todo lo relacionado con la humanización asistencial.
Es decir, que el fin último de esta certificación es avanzar en esa humanización de la atención farmacéutica.
Sí, la norma de certificación integra esa perspectiva de humanización pero el fin último está en mejorar la calidad, en hacer bien lo que hay que hacer y en responder a esas necesidades que nos están demandando, desde el punto de vista de la SEFH, del sistema sanitario y de los pacientes.
¿Cuántos indicadores se han establecido en la certificación?
Hemos intentado llegar a un equilibrio entre hacer una norma ambiciosa que garantizara la calidad pero que no fuera imposible de cumplir. Aunque la norma no está completamente cerrada,
hablamos de unos 118 ítems, de los cuales unos son obligatorios y luego, en función del número de ítems que cumplas y de las características que tengan esos ítems, hablamos de certificación básica, intermedia o avanzada.
Por ponerte un ejemplo, en función del número de modelo de estratificación que apliques tendrás una probabilidad de obtener una certificación más alta o más baja. Si únicamente utilizas la estratificación en un ámbito concreto de pacientes, tendrás un nivel de certificación básico, y si lo utilizas en todos los ámbitos de trabajo para los que ya existen modelos de estratificación, tendrás más posibilidades de obtener una certificación más avanzada.
¿Cuántas certificaciones han previsto dar en el primer año desde la puesta en marcha de este programa?
"Quien solicita la certificación no es el Servicio de Farmacia sino la gerencia del hospital"
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Previsiones iniciales hablan de aproximadamente 20 hospitales. No se nos debe olvidar que quien solicita la certificación no son los Servicios de Farmacia sino las gerencias de los hospitales, es decir, que aquí también involucramos a los niveles más altos para que sean ellos quienes soliciten a la SEFH e inicien el proceso de certificación.
De esta manera, externamente se nos reconoce el esfuerzo, tanto del desarrollo de los ítems para obtener la certificación, como de la consecución final. O sea que también aquí hemos querido contar con la gerencia de los centros. Inicialmente
la previsión es que certificar 20 hospitales por año, aunque dependerá de las estructuras tanto a nivel personal como de recursos que tengamos para poder alcanzar ese número.
Tras este lustro de trabajo, ¿ha calado en el Servicio de Farmacia el paso de una atención basada en el medicamento a otra basada en el paciente?
Hay que tener en cuenta que el paciente no es un paciente externo, ni ambulante, ni ingresado,
es un paciente que en un momento dado tiene una interacción con la Farmacia en un ámbito asistencial concreto. El paciente es uno y hay que entenderlo y verlo de una manera integral.
Por eso, siempre hemos planteado un abordaje multidisciplinar, no se nos olvide que una de las iniciativas que hemos desarrollado es la integración en los equipos multidisciplinares, porque así nos lo demandaron los socios. Uno de los grandes problemas que teníamos era que no lográbamos integrarnos con el modelo tradicional. Mapex ha conseguido que, con esa visión del farmacéutico centrado en el paciente, independientemente de dónde se produzca tiene que ser eficiente.
De esa manera hemos intentado, sobre todo la gente más joven, ir calando en esa filosofía de centrarnos en el paciente, no en el medicamento que tiene prescrito. Siempre le digo a la gente joven que
lo que nos va a hacer mejores farmacéuticos son los pacientes, no los medicamentos que tienen prescritos.
"Lo que nos va a hacer mejores farmacéuticos son los pacientes, no los medicamentos".
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Hace menos de un mes hemos tenido la posibilidad de
redefinir el concepto de atención farmacéutica en base al modelo CMO y estamos muy orgullosos de ello, porque esta redefinición de la atención farmacéutica está respaldada por muchas sociedades científicas, tanto farmacéuticas como médicas, y sobre todo asociaciones de pacientes.
Este creo que es un
gran éxito del colectivo de la Farmacia Hospitalaria, que ha sabido afrontar el reto que teníamos hace cinco años y poner encima de la mesa herramientas actuales que nos van a marcar cuál va a ser el desarrollo del futuro. Estamos en un momento muy bonito de la profesión porque la atención farmacéutica se va a mover más en los próximos cinco años que los últimos treinta.
¿A qué se debe?
Básicamente porque esta forma de trabajar que hemos definido y desarrollado en los últimos años nos abre una posibilidad de trabajo con pacientes y con el resto de profesionales sanitarios, y nos da una visión y un liderazgo entre ellos que hasta ahora no teníamos.
Nos habían circunscrito a ámbitos muy concretos de trabajo, mucho más centrados en el medicamento, y ahora ya nos ven de otra manera, y el trabajo y el esfuerzo de muchos compañeros que están haciendo grandes proyectos en muchos hospitales está demostrando que trabajar de esta manera es beneficioso para todos; y esto nos sitúa en un liderazgo profesional como hasta ahora nunca habíamos visto.
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