La atención farmacéutica del paciente
VIH tiene ante sí un nuevo horizonte gracias al
tratamiento antirretroviral (TAR) de duración prolongada. Este, gracias a los progresos de los últimos años, resultado de combinar medicamentos altamente efectivos y horarios de dosificación convenientes, permite alargar la vida de los enfermos hasta llegar a tasas de supervivencia similar a la de la población general.
Según un estudio recogido en la Revista de la
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), los primeros tratamientos indicados para los pacientes con una carga viral inferior a 50 copias/mL han sido el Cabotegravir (CAB) y el Rilpivirina (RPV). Ambos"deben administrarse durante cuatro semanas antes del inicio del TAR de acción prolongada para evaluar la tolerabilidad de los pacientes a la medicación", así lo explica
Mercedes Gimeno-Gracia, del Departamento de Farmacia del Hospital Clínico Universitario Lozano Bleza (Zaragoza) y coordinadora del Grupo de Atención Farmacéutica para Pacientes con VIH de la SEFH, investigadora principal del estudio.
Pasadas esas cuatro semanas, la investigación indica que "debe administrarse una dosis de carga de CAB intramuscular y dos inyecciones de RPV, una en cada nalga, seguidas de una dosis de mantenimiento".
La eficacia y seguridad de la medicación de TAR de acción prolongada en pacientes VIH ha sido demostrada por los ensayos clínicos de fase III Atlas y Flair, los cuales contemplaron un intervalo de más de siete días.
Estos estudios incluyeron a pacientes con las siguientes patologías: con un control adecuado de la enfermedad VIH, con una función renal y hepática normal, con
comorbilidades limitadas y ausencia de coinfección por
Hepatitis B. Además, se incluyeron a mujeres que debían no estar embarazadas, quienes representaron el 27,5 por ciento de la muestra. A su vez, el 17 por ciento de los sujetos tenían 50 años o más.
"Los farmacéuticos están a cargo de informar a los pacientes sobre estas terapias"
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Como ninguno de los miles de pacientes evaluados en el estudio de desarrollo sufrieron cualquier evento adverso durante la administración oral inicial, los datos se remitieron a la
Agencia Europea de Medicamentos (
EMA, por sus siglas en inglés) solicitando el inicio del TAR de acción prolongada sin una fase inicial.
A pesar de ello, el estudio cree que "deben mencionarse varios desafíos persistentes respecto a la introducción de los nuevos TAR de acción prolongada, como son la incorporación de estos a las rutinas sanitarias, su custodia y el velado para administrarlos en el momento adecuado".
Finalmente, a pesar de que la administración del tratamiento puede llevarse a cabo en departamentos diferentes en cada hospital, "
los farmacéuticos aún están a cargo de informar a los pacientes sobre estas terapias, brindándoles las recomendaciones de manejo relevantes y el seguimiento de la evolución para asegurar que los mejores resultados de salud son obtenidas".
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