"La
nutrición parental con hierro sacarosa es
segura y eficaz en bebés prematuros para prevenir la
anemia". Así lo confirman un grupo de investigadores de la Universidad de Shanghai quienes aseguran que "el estudio demuestra cómo este tipo de nutrición con hierro sacarosa de 100 a 400 μg/kg/d no aumentó significativamente el
índice de estrés oxidativo y, por lo tanto, se puede administrar con seguridad a los bebés prematuros".
Qingqing Wu, principal autor de la investigación publicada en
Pubmed, explica que "la
nutrición parental con hierro sacarosa en bebés prematuros mejoró los
parámetros eritrocitarios y el almacenamiento de hierro". El estudio lo completaron un total de
100 bebés y los dividieron en los siguientes grupos: Grupo hierro 0 (20 lactantes), grupo hierro 1 (17 bebés), grupo hierro 2 (21), hierro 3 (23) y hierro 4 (19). Igualmente, "se excluyeron 29 lactantes: seis tuvieron una transfusión; uno murió por neumorragia y 22 no tenían datos completos datos".
En cuanto a la incidencia de anemia entre los cinco grupos fue de 15; 17,6; 4,8; 13,0 y 5,3 por ciento, respectivamente. "Después de la nutrición parental, el valor de
glóbulos rojos y hematocrito en el grupo de hierro 1 fue significativamente mayor que en el grupo de control", añade Wu. Además, "los valores de otros glóbulos rojos,
hemoglobina y hematocrito en los grupos de intervención tenían una tendencia al alza en comparación con el grupo de control, pero no hubo diferencias significativas".
El hierro, esencial en el cuerpo humano
Tras analizar los resultados de la investigación, Wu subraya que "el
hierro es un oligoelemento esencial en el cuerpo humano y desempeña un papel importante en muchas funciones celulares y procesos físicos, incluidos el crecimiento y el desarrollo. Los
bebés prematuros tienen un alto riesgo de padecer una deficiencia de hierro o de hierro o anemia ferropénica por las siguientes razones:
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Aproximadamente el 60 por ciento del hierro del feto se adquiere durante el tercer trimestre de gestación, y la concentración de hierro total, hemoglobina, hierro sérico y hierro de almacenamiento en de almacenamiento en los niños prematuros es inferior a la de los niños a término.
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Debido al rápido crecimiento después del nacimiento, los bebés prematuros necesitan altos niveles de hierro. Sin embargo, el hierro que almacenan puede puede consumirse rápidamente durante las primeras 6-8 semanas nacimiento.
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La vida de los eritrocitos en los recién nacidos prematuros es corta, aproximadamente sólo 35-50 días.
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La anemia iatrogénica puede ser inducida por la extracción frecuente de sangre para pruebas de laboratorio.
Asimismo, Wu señala que "se ha comprobado que la
incidencia de la anemia disminuye en en los recién nacidos prematuros a los que se les administró un suplemento de hierro durante seis meses después del nacimiento". En este sentido, el investigador añade que "existen varios métodos para prevenir la
anemia ferropénica en los recién nacidos prematuros: suministrar hierro durante el embarazo retrasar el pinzamiento del cordón umbilical después del parto; y suministrar de hierro a los niños prematuros por vía oral, intramuscular o por vía intravenosa".
Finalmente, "este estudio se centró en el
hierro suplementario intravenoso para prevenir la anemia ferropénica en los lactantes prematuros. Los preparados de hierro intravenoso, como la sacarosa de hierro, el dextrano de hierro, el gluconato de hierro y el ferumoxitol, fueron ampliamente aceptado en el mundo", concluye Wu.
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