Los gases medicinales están considerados, a nivel legal, como medicamentos. Sin embargo, la participación del farmacéutico de hospital en su gestión es más pobre de lo que, dada esta definición, cabría esperar.
Marisa Gaspar, del Grupo de Productos Sanitarios de la SEFH, ha defendido la implicación del farmacéutico en la selección, adquisición y control de estos productos durante una mesa dedicada a los mismos en el marco del 62 Congreso de la sociedad.
“En la mayoría de hospitales, la gestión de gases medicinales se realiza por servicios generales o por ingeniería industrial; es importante que ellos sigan haciéndolo, pero de forma consensuada con el Servicio de Farmacia, que es el que tiene que detectar la necesidad de un gas, participar en los pliegos de características técnicas y en la selección de gases que se van a utilizar”, así como validar su prescripción.
“La ley nos apoya”, continúa Gaspar, “pero el farmacéutico ha de tener ganas de integrarse: necesitamos formación en gases medicinales, y participar en los procedimientos normalizados de trabajo”. La dirección o gerencia del centro, asume la farmacéutica, “tiene que tomar el toro por los cuernos e implicar al Servicio de Farmacia”, incluso de forma obligatoria, pues las funciones que tiene no pueden ser delegadas.
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