Las apps de salud deben constar de tres partes: una de información general que sea atractiva, su aspecto funcional (el componente principal del software) y, por último, su parte lúdica o de ‘gamificación’. Es una de las conclusiones a las que han llegado los asistentes al curso ‘Las TIC en el entorno del paciente’, organizado por el Grupo Tecno de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
De hecho, las herramientas de e-salud de mayor éxito son las que cuentan con este componente lúdico, han remarcado los ponentes. No obstante, también se ha destacado la necesidad de validar las herramientas y evaluar sus resultados, así como de seleccionar los pacientes a los que van dirigidas, ya que no todas valen para todos los pacientes.
Las cinco claves del éxito de las aplicaciones de salud son la universalidad, la accesibilidad, el márketing, su valor intrínseco y su utilidad, ha explicado Sergio Vañó, dermatólogo del Ramón y Cajal y presidente de la Asociación de Investigadores en e-Salud (AIES).
“Hay 180.000 apps de salud, no existe un claro sistema de validación y más del 50 por ciento de los pacientes buscan información en internet”, ha advertido Vañó, para los problemas de conectividad y la protección de los datos son las principales barreras para el desarrollo de la e-salud.
Por su parte, la coordinadora del Grupo Tecno de la SEFH, Ana Álvarez, ha destacado las posibilidades de formación tanto a pacientes como a profesionales que tiene la e-salud y “cómo el juego puede ayudar a conectar con los pacientes”.
El curso, celebrado en el Hospital Ramón y Cajal, ha tenido un carácter multidisciplinar con la participación de especialistas en Dermatología, Gastroenterología, enfermedades infecciosas, Geriatría, Psicología, rehabilitación, Farmacia Hospitalaria y comunicación.
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