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Diseñan nanoesferas para facilitar la liberación prolongada de antibióticos

Con este sistema se evitan los efectos secundarios de una liberación inmediata del fármaco

El Servicio de Farmacia del Virgen Macarena ha colaborado en el proyecto.

01 abr 2019. 17.00H
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Investigadores de las universidades de Sevilla y Huelva han diseñado unas esferas transportadoras de fármacos a escala nanométrica para administrar cefepima, un antibiótico utilizado para tratar enfermedades respiratorias y urinarias.

A través de este sistema se consigue una liberación prolongada en el organismo, que disminuye los efectos secundarios del fármaco.

La cefepima se degrada rápidamente en el organismo, donde no es muy estable, lo que origina que los facultativos tengan que estar administrándolo de forma continuada al paciente, quien debe estar hospitalizado o acudir frecuentemente al hospital durante todo el tratamiento.

La administración en altas dosis del fármaco y su uso continuado puede causar efectos secundarios como náuseas, estados epilépticos, problemas neurológicos o disfunciones renales.


Encapsulación de fármacos


Pilar López Cornejo, investigadora de la Universidad de Sevilla y responsable del trabajo, ha señalado que, “partiendo de la experiencia acumulada en el uso de métodos de encapsulación de material hereditario (ácidos nucleicos), comenzamos a aplicar estos métodos para la encapsulación de otros fármacos con el objetivo de mantenerlo durante más tiempo en el organismo”.

Además de contener el medicamento en su interior, las cápsulas pueden liberarlo de manera controlada

Los científicos han contado con la colaboración del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario Virgen Macarena, que han preparado una serie de cápsulas nanométricas a base de moléculas orgánicas de distinta naturaleza.

Estas partículas transportadoras se llaman liposomas y son pequeñas esferas biocompatibles con el cuerpo humano que tienen una pared que simulan la membrana celular y tienen un núcleo acuoso donde es posible introducir fármacos.

Además de contener el medicamento en su interior, las cápsulas pueden liberarlo de manera controlada y penetran muy bien en las células.


Experimentos in vitro


Tras el proceso de encapsulación, los investigadores realizaron experimentos in vitro en presencia de la bacteria Escherichia coli, y han demostrado que el antibiótico encapsulado es capaz de inhibir la proliferación de la bacteria del mismo modo que lo hace el antibióticos en su forma libre.

Actualmente, el grupo está trabajando en la misma línea para conseguir otro tipo de nanotransportador de cefepima que aumente el tiempo de vida del antibiótico en el organismo del paciente.

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