La figura del farmacéutico de hospital se ha visto realzada durante la
pandemia Covid-19. Para
Mario García Gil, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario de Fuenlabrada, estos dos años de
pandemia le han dejado un claro aprendizaje: "Debemos estar
integrados en el equipo asistencial, complementando el cuidado de los pacientes".
García Gil se une al documento
'Lecciones Covid-19', impulsado por
Redacción Médica, donde se recogen múltiples análisis de los distintos profesionales de todas las especialidades, en los que realizan un balance sobre cómo se ha gestionado y qué ha significado esta
pandemia en España.
¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia tras dos años del primer caso del coronavirus Covid-19 detectado en España?
El balance es positivo por la evolución tan ágil y efectiva de los protocolos de manejo clínico, diagnósticos y disponibilidad de la vacunación que ha amortiguado el golpe de las sucesivas olas del Covid-19. También, es un balance de relevancia por cómo se ha colaborado entre todas las estructuras (compañías farmacéuticas, agencias y Administración) para poner muy pronto en el mercado las vacunas, una herramienta disruptiva en la doblegación de la curva.
¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia?
En cuanto a los puntos más fuertes de la sanidad española, han sido la actitud y disposición de sus profesionales de forma individual y colectiva. Así como la inversión con recursos públicos para asistir a los pacientes que han precisado de recursos sanitarios. Además, destacar su valor para concienciar a la población de la necesidad de vacunarse y la forma de ejecutar con plan de vacunación estratificada por grupos de riesgo y etario que han gestionado entre gobierno central y autonómico.
"La pandemia ha sido una experiencia compleja que ha provocado que los profesionales y organismos practiquen el manejo de situaciones de crisis sanitarias venideras"
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¿Queda España preparada para afrontar una nueva pandemia de cara al futuro?
De forma genérica, sí. La pandemia ha sido una experiencia compleja a todos los niveles que ha provocado que los profesionales y organismos practiquen el manejo de situaciones de crisis sanitarias venideras. Aún así, no podremos confiarnos porque las pandemias, como bien marca la salud, no son operaciones de dos más dos, sino integrales de segundo grado. Sobre todo, si volvemos a reorientar los recursos fuera de la sanidad.
¿Cree usted que la sexta ola será la última ‘gran ola’ de la pandemia?
Estoy de acuerdo en la corriente generalizada de los expertos que dicen que tendremos que aprender a convivir con este virus y sus variantes. Sin embargo, creo que sí habrá una séptima ola y sucesivas. Otra cosa distinta será la virulencia y consecuencias de las mismas, que estarán más ligadas a la estacionalidad, otoño e invierno, que a la variante del virus, sobre todo pensando en el impacto en la gestión sanitaria de los centros asistenciales y la mortalidad generada.
También, vamos a disponer de los antivirales en 2022. Estos medicamentos nos ayudaran a minimizar el impacto en aquellos pacientes que, aún estando vacunados y siendo de riesgo, les ayuden a prevenir la gravedad de los cuadros y la minimización de los ingresos.
"El mayor aprendizaje es que debemos tener la mente abierta para innovar en los procesos y modelos relacionales entre profesionales, pacientes y ciudadanos"
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¿Es el momento de gripalizar el Covid-19? ¿Cómo debe ser el seguimiento de la enfermedad llegado ese punto?
Empezamos diciendo que el Covid-19 era como la gripe y nos equivocamos en 2020. En la actualidad, después de dos años, sí que tenemos la suficiente experiencia, inmunidad poblacional, desarrollo de vacunas y otras estrategias terapéuticas, como los nuevos antivirales que están llegando, como para empezar a utilizar esa jerga en los próximos tres años, periodo de tiempo que considero que puede tener un ciclo pandémico de este perfil.
¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?
Como sanitario y responsable de equipos, el mayor aprendizaje es que debemos tener la mente abierta para innovar en los procesos y modelos relacionales entre profesionales, pacientes y ciudadanos para ser eficientes en tiempo y forma cuando nos enfrentamos a retos de salud tirando de las tecnologías y la digitalización.
Como farmacéutico, considero que debemos estar integrados en el equipo asistencial complementando el cuidado de los pacientes. Y como persona, creo que debemos tener más compromiso con el beneficio colectivo respecto al individual, un fenómeno que estamos dejando a un lado en un mundo tan globalizado. El ejemplo es el conflicto bélico que estamos viviendo donde se está demostrando de que la unificación de esfuerzos colectivos nos permite llegar más lejos.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.