El
grado de Medicina a menudo enfrenta el desafío constante de
identificar y apoyar a los estudiantes en riesgo para mejorar las tasas de retención y el éxito académico. Un reciente estudio publicado en la revista científica
BMC Medical Education ha analizado las percepciones de profesores y estudiantes sobre los
factores de riesgo que impiden las aspiraciones académicas y profesionales, comparando las perspectivas de los estudiantes y el personal docente de Medicina.
"Nuestro estudio ha revelado la importancia de abordar las disparidades en las percepciones entre los
estudiantes de Medicina y el personal docente sobre los
factores que podrían obstaculizar el éxito académico. Hemos demostrado las áreas potenciales de intervención, como mejorar la participación, abordar la
procrastinación, promover una mejor competencia social, mejorar las
oportunidades de tutoría y utilizar los servicios de apoyo a los estudiantes", recogen en el informe.
Para evitar estas consecuencias en el
fracaso de estudiantes de Medicina se debe alentar a estos a
participar socialmente dentro de la universidad y relacionarse con sus compañeros durante los cursos para beneficiarse del apoyo de los mismos. Además, el estudio subraya la necesidad de
fomentar entornos de aprendizaje inclusivos y de apoyo, con diálogos abiertos sobre cuestiones de diversidad e inclusión: "Abordar estos factores de manera colectiva puede contribuir a mejorar el éxito general de los estudiantes y la experiencia educativa. Es esencial realizar más investigaciones y esfuerzos en estas áreas para el desarrollo holístico y el éxito de los estudiantes en Medicina".
Factores de riesgo ante el fracaso en Medicina
Tanto el profesorado como los estudiantes percibieron ciertos
factores de riesgo como "altamente influyentes" en el impedimento del éxito académico en Medicina. Uno de ellos es la
falta de preparación académica, que para el 54,28 por ciento del profesorado y 50,76 por ciento de los estudiantes es muy relevante, la
procrastinación (48,57 por ciento del profesorado y 71,53 por ciento de los estudiantes) o la
falta de motivación para un buen desempeño (42,85 por ciento del profesorado y 50,76 por ciento de los estudiantes).
Otros a considerar son las
metodologías de enseñanza (40 por ciento del profesorado y 42 por ciento de los estudiantes), los
problemas emocionales y conductuales (54,28 por ciento del profesorado y 47,69 por ciento de los estudiantes), los bajos niveles de autoconfianza (48,57 por ciento del profesorado y 40 por ciento de los estudiantes), la
falta de autodisciplina (45,71 por ciento del profesorado y 60 por ciento de los estudiantes) y los bajos niveles de autorrespeto (42,85 por ciento del profesorado y 39,23 por ciento de los estudiantes).
Dentro de los
factores de riesgo "bastante influyentes", profesores y alumnos destacaron las
habilidades sociales clave limitadas, barreras culturales o idiomáticas, discapacidades físicas o de aprendizaje diagnosticadas o no diagnosticadas, falta de compromiso en el aula, falta de claridad en los objetivos, sesgo en la cultura de evaluación universitaria, falta de preparación para los desafíos académicos actuales, redes sociales o normas culturales negativas,
habilidades de comunicación limitadas, falta de orientación o mentoría individual, autoconcepto débil y relaciones universitarias tensas. Todo ello puede impedir el éxito académico de los estudiantes de Medicina.
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