Los alumnos de
Medicina de la Universidad de Salamanca han alzado la voz contra el Decanato de su facultad debido al nuevo
‘tope’ de créditos impuesto para las primeras matriculaciones. Denuncian los afectados que esta decisión les forzará a alargar su carrera y a prescindir de programas como el Erasmus, motivos por los que están dispuestos a ir a la huelga si el centro no cede a sus demandas.
La polémica surge a raíz de las condiciones de matriculación que anunció el pasado junio el Decanato. Según detallan los propios estudiantes, el nuevo plan
limita a 60 créditos ECTS la primera matrícula, 30 menos que en otras universidades; y a 72 en segundas y sucesivas.
El problema, indica una de las afectadas a
Redacción Médica, es que esta fórmula prácticamente les “condena” a alargar su estancia en la universidad un año más, hasta los siete, en caso de que pierdan más de 12 créditos. “Y
hay asignaturas de 7, 8 y 9”, añade. Paralelamente, este hecho implica que los estudiantes no puedan acceder a programas de movilidad internacional como el Erasmus o el Sicue sin ‘perder’ un año.
Problemas para la preparación del MIR
Finalmente, los estudiantes de Medicina denuncian que el cambio de metodología de las matriculaciones impactará también sobre sus expectativas de especializarse. “Con la carga de temario de otro año más las prácticas,
no nos va a dar tiempo a prepararnos bien el MIR” concluye esta fuente.
Los alumnos de Medicina de la Universidad de Salamanca han exteriorizado su indignación en las redes sociales, en las que han convertido en tendencia el lema
#SOSMedicinaUsal. A través de Twitter, el colectivo ha informado de que en 2019 “se llegó a un acuerdo para evitar las restricciones de créditos impuestas por el anterior decano”. No obstante, ahora “se ha roto el acuerdo unilateralmente y sin votación alguna”.
“La nueva normativa sobre la matriculación conlleva inevitablemente al
incremento de los cursos académicos para completar la titulación en gran cantidad de los estudiantes”, sentencian.
Ante esta situación, los jóvenes han declarado la ‘guerra’ a la facultad y han advertido de que se movilizarán hasta que los gerentes del centro no se reúnan para negociar las condiciones. “Si no se encuentra una solución al problema, no descartamos ir a la
huelga”, advierten.
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