Las facultades de Medicina de Cataluña dan el
primer paso para implantar una prueba de aptitud personal a los alumnos que
quieran estudiar Medicina en España. El próximo septiembre, fecha de inicio del curso 2022-2023, los estudiantes de Medicina de esta región
participarán en una prueba piloto de forma voluntaria, anónima y cuya
finalidad es de diagnóstico para su instauración con todas las garantías en un futuro próximo.
Así lo confirma el
decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y coordinador de las pruebas de aptitud personal (PAP) de Medicina de Cataluña,
Antoni Castro Salomó, en una entrevista a
Redacción Médica y el
Departament de Recerca i Universitats. Castro explica que la prueba está "en un proceso de validación" y
"no está previsto que sea un requisito para entrar a la carrera". Sin embargo, en 2020 los agentes implicados en este proyecto anunciaron que la medida
se aplicaría a partir del curso 2022-2023.
Una vez superada la fase de diseño, en la actualidad se trabaja en la fase de pruebas. "
Tenemos que estar seguros de qué se quiere medir, que la prueba sea discriminativa y fiable", asegura Castro. "Cualquier cosa que hagamos
debe ser para mejorar lo que tenemos. Tenemos que estar seguros de estos cambios para hacer la prueba", añade.
En septiembre se realizarán las pruebas de validación con la prueba piloto de aptitud personal, para conocer los resultados de su posible implantación. Castro deja claro que "estas pruebas
no tendrán ninguna trascendencia para los alumnos que la hagan, será un
test voluntario y anónimo para saber si el test funciona o no".
En esa línea, el
Departament de Recerca i Universitats apunta que "
el grupo de trabajo está acabando de terminar de elaborar la prueba, que se hará de manera coordinada en todas las universidades catalanas y será voluntaria. Las pruebas de aptitud personal se realizarán como prueba piloto y sobre todo con una
finalidad de diagnóstico".
Los decanos insisten en modificar el acceso a Medicina
"Todos los decanos de las facultades de Medicina de Cataluña estamos de acuerdo en la necesidad de
modificar el mecanismo de acceso al Grado; creo que
es un error seguir como hasta ahora porque no hay ningún país de nuestro entorno que no tenga una prueba de aptitud personal", reivindica Castro. El consenso es "total y absoluto" y
compartido a la vez con los decanos de las facultades de Medicina de toda España, que abordaron esta cuestión en la 79 Asamblea General de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas (Cndfme), celebrada el pasado marzo.
El grupo de trabajo se centra en mejorar el actual sistema de acceso y maneja varias opciones: una prueba de aptitud a los estudiantes de nuevo acceso del Grado de Medicina o una
prueba previa a la selectividad, una vía más "compleja porque es un proceso común en todo el Estado". No obstante, el objetivo de la misma es que
se tengan en cuenta aspectos personales en el momento de dar entrada a los alumnos a la titulación de Medicina para
"elegir cuál es la mejor materia prima para convertirse en un buen médico", sostiene el coordinador de las pruebas.
"Todos estamos de acuerdo en que
el acceso al Grado de Medicina no es el idóneo y esta prueba servirá para garantizar que el alumno que entra es mejor que el que entra ahora", defiende Castro. Estas pruebas de aptitud personal ya están instauradas en países como Bélgica, Holanda, Italia, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Australia y Canadá, entre otros, y fue un
compromiso que se alcanzó en la Declaración de Edimburgo de la World Federation of Medical Education.
Sin embargo, la decisión final de cuando y a partir de qué curso se realizarán estas pruebas en firme
se tomará tras analizar los resultados de la prueba piloto. En ello trabaja el Grup de Treball per a la Millora dels Estudis de Medicina, creado en el marco del Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC) para mejorar la formación inicial de los médicos. En este sentido, el Departament de Recerca i Universitats valora positivamente que las pruebas se hagan "
una vez el estudiante ha accedido al grado y no como requisito previo" y alega también que "permite que las universidades hagan
acción tutorial adaptada a las necesidades de los estudiantes".
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