La
suspensión del comienzo del curso de Enfermería en la
Universidad Complutense de Madrid ha encendido las alarmas de sus vecinos. Desde el decanato de Medicina aseguran que el aumento de matrículas tanto en esa carrera como en las que comparten edificio,
Terapia Ocupacional y Nutrición Humana y Dietética, ha llevado a una
masificación de los estudiantes y, a pesar de haber seguido adelante con el inicio de las clases, la situación que se ha generado es la de una
"tormenta perfecta" que podría estallar en cualquier momento.
"Estamos en una situación de tormenta perfecta: aumento considerado de alumnos,
déficit de espacios, déficit de profesorado y déficit de recursos. En el primer curso de Medicina hemos pasado de 295 alumnos el pasado año a 334,
un dato que teníamos previsto por el incremento que nos había solicitado el Ministerio. Pero además, en el grado de Nutrición los alumnos han aumentado en un 25 por ciento y en Terapia Ocupacional hasta un 40 por ciento", reconoce a
Redacción Médica el decano de la Facultad de Medicina de la Complutense,
Javier Arias.
El decano añade que han tratado de tender una mano a la facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología: "
Les hemos cedido una de nuestras aulas, pero es imposible hacer más porque
nosotros también tenemos problemas de espacio". Los alumnos de estas tres carreras han visto paralizado su inicio de curso tras el anuncio de la propia facultad advirtiéndoles que debido a la
alta matrícula en los grados de Enfermería, Fisioterapia y Podología del curso 2023-24 y por redistribución de espacios y recursos "se suspende el comienzo de las clases de primer curso de los tres grados, fijadas inicialmente para el día 11 de septiembre". El centro ha asegurado en su propia página web que,
una vez solventadas las incidencias, comunicará a través de la misma y por correo electrónico la fecha de inicio del curso académico.
Las clases, que deberían haber arrancado esta semana, siguen por el momento paralizadas. A pesar de que en Medicina esto no ha sucedido, Arias insiste en que la gran cantidad de nuevos alumnos puede llevar a
plantearse una situación similar a futuro. A esto, se suma la
"incertidumbre" en las desmatriculaciones, ya que las universidades siempre tienen que contar con más alumnos de los que en un principio 'necesitan' porque las
prescripciones gratuitas en varios centros a la vez llevan a que, en el último momento, se decanten por la universidad que les interesa y rechacen las demás.
En relación a esto, desde la propia universidad han explicado que esta vez se ha producido un
"comportamiento inesperado" de la preinscripción y matrícula en los grados de Fisioterapia, Podología y Enfermería. Mientras en años posteriores la caída de alumnos al empezar el curso era mayor, esta vez se ha producido un
incremento de estudiantes que se han preinscrito y matriculado y no se ha dado la caída de matrícula habitual, por lo que necesitarían "unos días" para organizar sus espacios.
"La facultad de Medicina de la Universidad Complutense tiene un problema grave de espacio"
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Deterioro en la enseñanza de las carreras sanitarias
La masificación de estudiantes en los grados sanitarios de la Universidad Complutense supone una
dificultad extra a la hora de poder garantizar una enseñanza de calidad, debido a la falta de recursos: "No hay posibilidad de dar las mismas prácticas si las clases no tienen un número razonable de alumnos, tampoco en los hospitales. Además, Arias pone el foco en la
moratoria de las altas en la Seguridad Social para realizar prácticas en los hospitales.
"Las entidades no nos quieren hacer los convenios porque temen quién va a pagar la Seguridad Social. No es tanto el cómo se va a pagar, ya que el Gobierno dice que lo va a subvencionar, sino
cómo se va a gestionar esa cantidad ingente de altas y bajas. Los estudiantes rotan por múltiples hospitales, servicios y centros de salud, es un damero complicado de organizar y no sabemos qué va a pasar. Por ello
no nos dejan suscribir los convenios de prácticas hasta que no se decida cómo se va a poder tramitar, algo que en teoría deberá ocurrir en enero pero, por el momento, me parece imposible", explica.
Con respecto a los
problemas de espacio, el aumento masivo de alumnos en carreras como la de Terapia Ocupacional lleva, en este caso concreto, a necesitar el doble de aulas de las que ya disponen.
"La facultad de Medicina tiene un problema grave de espacio", subraya el decano, al que se suma la circunstancia de que se trate de un
edifico histórico en el cual "no se pueden hacer grandes reformas". El espacio, además, se comparte también con el centro de donación de cadáveres, parte del vicerrectorado de investigación o incluso museos. "Necesitamos espacios, aulas, laboratorios de prácticas adicionales, la facultad está muy precaria en este sentido. De momento
no hemos tenido que suspender ninguna titulación pero los profesores se lo están planteando", concluye.
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