María Barrachina ha crecido en un entorno que le hizo creer desde pequeña que no era suficiente y que sus capacidades eran limitadas. Todo cambió cuando cumplió 18 años y sus diferencias tuvieron un diagnóstico y, por ende, un motivo: la
dislexia. Fue entonces cuando descubrió que no era mejor ni peor que el resto, tan solo diferente. En ese momento, con la
selectividad por delante, tenía un objetivo tan claro como complicado:
estudiar Medicina. Para alcanzar su meta tuvo que presentarse tres veces a selectividad y estudiar
un año de Enfermería y un Grado Superior de FP en
Radioterapia Oncológica y Dosimetría.
Una vez en la carrera descubrió que su 'talón de Aquiles' era la
dedicación adicional que necesita para entender cualquier texto. "No es que sea tonta, sino que
necesito un poco más de tiempo que la media", explica. Es algo que nota especialmente en el
sprint final que encara con el
Trabajo de Fin de Grado (TFG), puesto que a la hora de interpretar una información tiene que seguir varios pasos que le ayudan a comprenderla: "Necesito leérmelo, entender las palabras que pone y buscarles significado, es un
doble esfuerzo".
Estudiar Medicina con dislexia: dificultades específicas
Pero el TFG no ha sido el único punto de la carrera en el que Barrachina ha echado en falta el tiempo que necesita frente a un texto para entenderlo a la perfección. De hecho, era algo que le 'pasaba factura' con bastante frecuencia. "Mi facultad es muy exigente,
teníamos exámenes de todas las asignaturas cada tres semanas en primero y segundo de carrera, entonces no tenía el tiempo que necesito para procesar la información", recuerda. Donde sin embargo no ha notado diferencias ha sido en las
prácticas hospitalarias, en las que siempre ha tenido el tiempo necesario para
leer y entender las historias clínicas de los pacientes.
Esta estudiante es consciente de cuáles son sus puntos flacos, pero también conoce sus fortalezas. Estos dos parámetros serán precisamente sus guías a la hora de
elegir especialidad tras terminar el MIR al año que viene. "Soy muy mala con los fármacos, se me dan fatal los nombres, por lo que
jamás trabajaría en una UCI o en Urgencias porque requieren cálculos muy precisos", sostiene. Por el contrario, ve un horizonte de posibilidades en las
especialidades quirúrgicas, ya que asegura tener una buena concepción del espacio: "Me dedicaré a la
Cirugía, porque
no me cuesta visualizar en tres dimensiones y las veces que he estado en quirófano me resultaba fácil entender las estructuras", asegura.
"Me dedicaré a la Cirugía porque no me cuesta visualizar en tres dimensiones y las veces que he estado en quirófano me resultaba fácil entender las estructuras"
|
Al hablar con
Redacción Médica, Barrachina ha querido aconsejar a aquellos niños y adolescentes con
dislexia que tengan la misma vocación que ella "que intenten mejorar sus fallos y
se den cuenta de las cosas buenas que tienen para aprovecharlas". También les ha avisado de que les tocará "luchar muchísimo" para
encontrar su sitio como personas neurodivergentes, pero que precisamente por ello "callarán muchas bocas" una vez que consigan llegar donde se proponen.
Echando la vista atrás, recuerda cómo
su tutor de Bachillerato le dijo que con sus notas no podría "aspirar a mucho" y que era mejor que eligiese otra titulación "más fácil", porque su mente "
no estaba hecha para la Medicina". No obstante, durante su formación de Grado Profesional contó con profesores más comprensivos con ella que accedieron a realizarle exámenes orales. Igualmente, esta estudiante sostiene que "
cambiaría el sistema educativo de arriba a abajo" por un modelo que diera menos importancia a la memorización y más a la comprensión. "La Medicina necesita una parte de memoria, pero si no sabemos razonar no vamos a llegar a ningún lado", concluye.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.