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María Jesús Méndez y el reto de ser madre mientras estudias Medicina

Embarazada en cuarto curso, esta profesional explica las complicaciones de una etapa que también vivió con ilusión

María Jesús Méndez con su hija Áurea.

09 mar 2024. 13.20H
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El 3 de septiembre del 2022 un grupo de estudiantes de Medicina de la Universidad Alfonso X El Sabio comenzaban su quinto año de carrera. Como es habitual en estas fechas, los nervios, las risas y los abrazos por los reencuentros daban ‘vida’ a una de las aulas que acogía a la futura generación de médicos, pero, extrañamente, uno de los pupitres se encontraba vacío. Era el de María Jesús Méndez, quien nunca había faltado al primer día de clase por nada en el mundo, pero esa ocasión era especial, ya que se encontraba viviendo el día más feliz de su vida: estaba dando a luz a su hija Áurea.

Un año y medio después, esta estudiante de sexto de Medicina, emocionada, recuerda el cambio organizativo “tan importante” que supuso este acontecimiento en su vida. “La carrera siempre ha sido una prioridad para mí. Pero claro, ahora entraba en juega la nueva personita que venía y que necesitaba de mis cuidados”, se ha sincerado a Redacción Médica.

Méndez se quedó embarazada de Áurea durante su cuarto año de Grado. No fue algo buscado, “pero tampoco evitado”. De hecho, años atrás ella estaba segura de “no querer ser madre”, pero ese “instinto innato” por la maternidad ‘llamó a su puerta’ a los 33 años.

“Yo ya tenía una edad y, viendo que ningún año iba a ser bueno porque todavía me queda hacer el examen MIR y luego la residencia, pues pensamos que nunca iba a ser el momento ideal y dimos el paso”, ha explicado.

Tras conocer la noticia, esta estudiante sintió “muchísimo vértigo”, pero a su vez una inmensa alegría. “Más de la que me esperaba, ya que yo nunca había querido ser madre”, reconoce. Durante el embarazo en ningún momento se sintió sola, sus padres le apoyaron y una de las piezas más importantes durante todo el proceso fue su pareja, de la que solo tiene palabras bonitas cuando se refiere a él. “Estuvo conmigo en todo momento, fue increíble”, ha insistido.

María Jesús Méndez con su pareja e hija.



¿Cómo afecta a una estudiante de Medicina quedarse embarazada?


Si ya de por sí estudiar Medicina es difícil, estar embarazada durante este periplo académico puede dificultarlo todo mucho más. La principal complicación que tuvo durante la gestación fue a nivel psicológico, debido a las preocupaciones que le aparecían como madre. “Cuando recibí la noticia me encontraba estudiando la asignatura de Obstetricia, donde aprendes, entre otras cosas, todo lo malo que le puede pasar a un recién nacido”, ha recordado.

Pero esa no fue la única dificultad, cuanto más crecía el feto, más se resentía a nivel físico. “Estás más cansada y tienes el sueño fragmentado. Recuerdo que me ponía a estudiar y, de repente, me quedaba dormida y me despertaba a las 21 horas, perdiendo el día entero. También, en clase, me costaba entrar en el pupitre”, ha subrayado.

María Jesús Méndez dando el pecho a su hija mientras estudia Medicina.



Cuando sus compañeros de clase se enteraron del embarazo, no pudieron contener su felicidad. Se portaron “muy bien” con ella y le pasaban los apuntes y anotaciones que necesitara. “Además, las chicas, no como yo, normalmente quieren tener hijos, y mi situación les hacía mucha ilusión”, ha recordado. Incluso, hubo un día le hicieron una ecografía en el hospital para que pudiesen ver el feto.

Nacimiento de Áurea 


Tras el nacimiento de Áurea, la felicidad inundó la vida de esta estudiante, pero también se incrementaron sus preocupaciones. Durante los primeros meses, Méndez estuvo rotando de prácticas por Pediatría y los casos graves que veía en pacientes los extrapolaba a su vida personal y a la posibilidad de que les pudiese ocurrir a su hija, llegando incluso a pedir un día marcharse del centro porque la niña presentaba unos síntomas parecidos a una patología que había visto en un paciente.

Aún así, los profesores, tanto en la universidad como durante las prácticas, le tendieron una mano en todo lo que necesitaba. “Tenían empatía, pero tampoco he sentido un trato demasiado especial. Sí que es cierto que el día que pedí marcharme del hospital, al día siguiente se preocuparon por mí y me ofrecieron contactar con una pediatra para hablarle del tema”, ha afirmado.

Los compañeros de Medicina de María Jesús Méndez en una ecografía para ver el feto. 


Abandonar la Medicina para cuidar de su hija


A pesar de todas las adversidades que Méndez ha tenido que pasar como madre y estudiante, “jamás” ha pensado en abandonar la carrera. Ella es una de las personas que, verdaderamente, sienten vocación por la Medicina. Desde bien pequeña sabía que quería convertirse en una gran médica para poder ayudar a las personas y, además, le encantaba la ciencia, por lo que dedicarse a esa profesión era la “combinación perfecta”.

Pero por circunstancias de la vida, a veces los sueños no son posibles alcanzarlos y Méndez no pudo entrar a Medicina una vez terminó Bachillerato. A pesar de esa ‘zancadilla’ que le puso la vida, no se derrumbó y redirigió su carrera hacía la Química, que era su “segunda opción”. Con la carrera terminada y la crisis de 2012 impidiendo a las nuevas generaciones de químicos encontrar trabajo, volvió a intentar acceder a Medicina, pero no lo logró, y comenzó la carrera de Bioquímica.

María Jesús durante sus prácticas en Medicina, meses después del parto.


Vocación por la Medicina


“Tras acabar ese Grado estuve trabajando en un hospital como investigadora. Me gustaba, pero, a la vez, no me hacía sentir bien porque veía a los médicos y me recordaba aquello que no había conseguido. Me hacía daño, por lo que decidí cambiar de trabajo y empecé como química en el Canal de Isabel II donde estuve varios años hasta que probé suerte en la Universidad Alfonso X El Sabio y acabé entrando en la carrera de mis sueños”, ha relatado.

El futuro que le depara a Méndez es incierto, pero de lo que está segura es que, una vez acabe el MIR, entre en la residencia y su hija sea más mayor, quiere compaginar su faceta de médica con la investigación. “Yo soy química y bioquímica. Me gusta mucho la ciencia y la investigación y, aunque de momento lo tengo que pasar a un segundo plano, me gustaría mucho también dedicarme a ello”, ha concluido.

María Jesús junto a Áurea dando un paseo por el campus de su universidad.

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