La
calidad del sueño y la aparición de síntomas de ansiedad en estudiantes de
Doctorado en
Fisioterapia es un hecho que ha demostrado un estudio publicado en
BMC Medical Education, que incluso propone
una nueva 'asignatura' para conocer bien este campo y que no les afecte en el futuro. La investigación, realizada a partir de una encuesta a
271 estudiantes de distintos programas de fisioterapia en Estados Unidos, destaca cómo aquellos que experimentan
sueño inquieto presentan una
probabilidad significativamente mayor de
sufrir ansiedad moderada o severa.
El
80,8 por ciento de los participantes reportó sentirse cansado la mayoría de los días, y el 24,7 por ciento declaró haber sido diagnosticado previamente con algún trastorno de ansiedad. Uno de los hallazgos más preocupantes es que los estudiantes con sueño de baja calidad tienen
4,09 veces más probabilidades de desarrollar ansiedad moderada o severa que aquellos que describen su sueño como reparador.
El estudio, dirigido por Mark H. Shepherd, señala que los
comportamientos y actitudes de los estudiantes hacia el sueño pueden agravar sus síntomas de ansiedad. Más de la mitad de los encuestados (75 por ciento) admitió pasar
tiempo en la cama preocupándose o pensando en sus problemas, lo que debilita la asociación entre la cama y el descanso, una práctica que contradice las recomendaciones de los expertos en salud del sueño.
Además, el estudio revela que
muchos de estos estudiantes duermen menos de las siete horas diarias recomendadas para un adulto, lo que puede tener repercusiones en su rendimiento académico.
“Los estudiantes que reportaron un sueño inquieto o insuficiente mostraron mayor dificultad para recordar información y un peor rendimiento en sus estudios”, afirma el informe.
Estudiar Grados como Medicina o Fisioterapia con educación en sueño
A la luz de estos hallazgos, los autores del estudio sugieren que las facultades de fisioterapia y ciencias de la salud
integren la educación sobre el sueño y la salud mental en sus programas académicos. Además, proponen la inclusión de prácticas como la meditación o el "tiempo de tranquilidad mental" en la rutina de los estudiantes, como una forma de reducir la ansiedad y mejorar el rendimiento académico.
“Los estudiantes de fisioterapia enfrentan una gran carga académica y muchas veces no encuentran tiempo durante el día para procesar sus pensamientos. Esto hace que su mente se active justo antes de dormir, dificultando su descanso”, explica Shepherd.
El estudio concluye que
promover un sueño saludable no solo mejoraría la salud mental de los estudiantes, sino que podría
prevenir problemas a largo plazo como el
agotamiento profesional, un tema cada vez más relevante en el ámbito de la fisioterapia. Este nuevo enfoque podría marcar un antes y un después en la forma en que las instituciones educativas abordan el bienestar de sus estudiantes de ciencias de la salud.
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