Las jerarquías tóxicas de la sanidad, destapadas por estudiantes novatos

De puertas para adentro del hospital, la buena atmósfera entre roles diferentes se concibe en cuatro dimensiones: una comunicación fluida, el conocimiento profundo de la propia profesión, la ausencia de prejuicios entre trabajadores y el establecimiento de un sistema ‘horizontal’ de colaboración. Respecto a este último punto, las generaciones más jóvenes de sanitarios reconocen que en los centros de salud aún predominan las ‘jerarquías tradicionales’, con los médicos en la cúspide. Aunque abogan, en términos generales, por el establecimiento de fórmulas menos ‘rígidas’, especialmente en un contexto de escasez de recursos y aumento de comorbilidades.

A tenor de un estudio sobre colaboración profesional en sanidad publicado en la editorial Springer Nature y que toma como base la opinión de más de 300 estudiantes de la Universidad de Linköping (Suecia), los jóvenes ponen el foco sobre la necesidad de buscar enfoques “centrados en el paciente” y la desfiguración de lo que consideran “barreras organizacionales”.

En este sentido, apuntan que ya en estas primeras etapas de acceso al sistema de salud ya perciben “estructuras jerárquicas tradicionales” en la atención sanitaria que suelen tener los médicos en la cúspide. Estas son visibles antes incluso del contacto con la práctica clínica, asumen.

Profesiones sanitarias 'en la cima'

“El tema de las jerarquías fue recurrente en las reflexiones de los estudiantes -reza el estudio-. Describieron situaciones en las que se percibe a los médicos como los que están en la cima con otras profesiones por debajo, una percepción que puede desarrollarse desde el principio de la formación universitaria”. Los jóvenes creen que esos patrones que han “caracterizado históricamente la asistencia” clínica pueden, en algunos casos, “obstaculizar una colaboración eficaz”.

Algunos de los comentarios que recoge el estudio constatan esta inquietud. “Creo que la actitud es muy importante para una colaboración interprofesional eficaz. Si una persona entra con la mentalidad de que es mejor que los demás o no se preocupa por ellos, se acabará dando un mal ambiente de trabajo”.

“Creo que la jerarquía es un factor que puede obstaculizar el trabajo en equipo interprofesional -afirmó otro-. Cuando pienso en un equipo, todos tienen el mismo lugar en el grupo, colaboran y se respetan mutuamente. No creo que el trabajo en equipo con jerarquía funcione, ya sea una persona o una profesión que intente ser la mejor”.

En esta línea, otro joven vincula un mal funcionamiento de la organización con el surgimiento de estas jerarquías, “lo que crea normas poco saludables y una mentalidad aislada”. “La colaboración en un clima así se ve mermada, lo que da lugar a una menor calidad de la atención y afecta negativamente al paciente”, sentencia.

Aumento de multimorbilidades y escasez de recursos

Los jóvenes, entre los que se encuentran estudiantes de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Terapia ocupacional y Laboratorio clínico, instan a una “evolución” del sistema con una “colaboración sin jerarquías rígidas”, especialmente en un contexto social marcado por el paulatino envejecimiento de la población, un aumento de las multimorbilidades, cuidados más complejos y escasez de recursos.