El entrenamiento y formación repetida en la elaboración de exámenes a profesores de Medicina
ajusta la dificultad para que no sean excesivamente difíciles. Así lo determina el estudio 'The impact of repeated ítem development training on the prediction of medical faculty members' ítem difficulty index', publicado en la
revista BMC Medical Education.
Esta investigación analiza la
dificultad de las cuestiones planteadas en una evaluación, que servirán para
determinar la comprensión de los estudiantes que realizan la prueba, como son los estudiantes de Medicina o los
aspirantes a MIR. Para que el examen no sea excesivamente difícil o fácil según los conocimientos que debe abordar, la complejidad del examen debe ajustarse para
garantizar el cometido de los objetivos de la evaluación.
Por todo ello, este estudio tiene como objeto investigar si la capacitación en el desarrollo de ítems repetidos para el personal docente de Medicina
mejora la precisión de la predicción de la dificultad de las cuestiones planteadas en preguntas de opción múltiple, como es el caso de los
exámenes de Formación Sanitaria Especializada (FSE).
Método del análisis y conclusiones
Los autores del estudio implementaron un
programa de desarrollo en la facultad de Medicina para mejorar la predicción del índice de dificultad de cada ítem, garantizar la ausencia de defectos en los ítems y
mantener los principios generales del desarrollo de los mismos.
Utilizando con este método un índice previamente determinado y el
coeficiente de correlación, se evaluó antes y después del entrenamiento la
fiabilidad de los profesores de Medicina entre la dificultad prevista, real y corregida. En total, en el estudio participaron 62 docentes.
Sus predicciones de la dificultad de los ítems se compararon con los resultados del análisis de 260 conceptos a partir de la evaluación de
119 estudiantes de Medicina de cuarto año en 2016 y 316 ítems de resultados de
125 estudiantes de Medicina de cuarto año en 2018.
Cardiología, única asignatura con índices ajustados
Antes del entrenamiento se observó una
concordancia significativa entre los índices de dificultad previstos y reales de los ítems
de una sola asignatura, Cardiología. Sin embargo, después de la formación a los profesores de Medicina la concordancia significativa se registró
en cuatro materias.
El estudio también constata una
concordancia significativa entre los índices de dificultad previstos y reales en todas las asignaturas al analizar la dificultad media de todos los ítems y, mientras que en 2016 la asignatura de Neurología superaba el rango de dificultad deseado,
en 2018 todas las materias se encontraban dentro del rango óptimo.
Por todo ello, la investigación concluye que el entrenamiento y formación repetida en el desarrollo de ítems, que incluye la predicción del índice de dificultad de cada uno, "
puede mejorar la capacidad de los profesores de Medicina para predecir y ajustar la dificultad de los ítems con precisión". Uno de los beneficios de realizar este análisis es que
la dificultad del examen estará más ajustada a su finalidad. No obstante, los autores reconocen también que "se necesitan más estudios sobre el rendimiento de los profesores para explorar estos aspectos positivos de forma más exhaustiva".
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