El Servicio Telemático de Apoyo Psicológico a Estudiantes de Medicina (Sapem) ha publicado un nuevo estudio en el que se disciernen
numerosos datos significativos en relación a los futuros médicos y su
salud mental. El número telefónico que ofrece este servicio ha recibido incontables llamadas con
el fin de apoyar psicológicamente a los estudiantes que pasan por diferentes procesos durante
su formación.
La medalla de oro de los motivos por el que se acude a este teléfono son situaciones relacionadas con el
entorno académico.
La desmotivación en la carrera, la alta exigencia que supone, la ansiedad ante los exámenes y el miedo ante la reacción de un paciente grave o un familiar cercano ocupa la primera posición del podio con más de 100 llamadas. Siendo los motivos más habituales que protagonizan las llamadas del Sapem.
Dentro de todo el territorio nacional, dos comunidades destacan entre el resto por ostentar el mayor número de solicitudes de ayuda psicológica. En primer lugar,
la Comunidad de Madrid acumula el 22 por ciento de las llamadas que requieren de este servicio; en segundo lugar,
Galicia posee la medalla de plata con un 19 por ciento. Ambas quedan muy lejos de las siguientes en el ranking. La tercera es
Cataluña con un 10 por ciento, seguida de
Andalucía o
Comunidad Valenciana con un 1 por ciento de diferencia.
La Comunidad de Madrid y Galicia son las CCAA que más utilizan este servicio con un 22 y 19 por ciento respectivamente
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Principales motivos para descolgar el teléfono
Dentro de las
114 llamadas registradas dentro de los principales motivos de consulta, el estudio de la Sapem discierne también la diferencia de afluencia que hay entre ellos para señalar cuál es la razón principal por la que los estudiantes de
Medicina padecen diferentes problemas psicológicos ante la presión a la que se enfrentan permanentemente. Entre todas ellas,
destaca por encima de los demás la presión y sobrecarga docente. En otras palabras, enfrentarse al escenario de plantarse ante algunos exámenes exigentes de la carrera o, incluso, al propio MIR. Estos casos representan las 44 llamadas dentro de esta franja.
Por otro lado,
el estrés y la ansiedad de los estudiantes también se encuentran en una alta posición. Estos motivos pueden producirse por diferentes motivos, desde aquellos que van más relacionados con la presión académica a la que son sometidos los
futuros médicos como diversas situaciones personales y ajenas a los centros docentes. Además,
la desmotivación y la apatía por los estudios también son algunas de las razones que inundan los teléfonos de ayuda psicológica.
La presión y la sobrecarga docente son los motivos más comunes que se pueden encontrar en las llamadas telefónicas que se realizan en busca de ayuda
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Más allá del grueso de las llamadas analizadas anteriormente, enfocadas principalmente a la posición académica, los estudiantes también enfrentan todos los días situaciones que pueden desembocar en
diferentes problemas psicológicos. En este caso,
la vida personal y el entorno familiar también son elementos clave que pueden ejercer gran presión y que termine en una llamada de auxilio. Familiares, amigos, parejas… El entorno personal es una de las patas fundamentales de la vida. También en la estabilidad psicológica.
Con ello, el estudio también refleja algunos datos llamativos entre las edades que deciden descolgar el teléfono solicitando ayuda. Con una amplia diferencia, los
estudiantes de entre 21 y 23 años son los que más abundan con un 46 por ciento. También, otro de los elementos a destacar es que, en segunda posición,
los siguientes en la lista son los más jóvenes. Aquellos que acaban de comenzar sus estudios universitarios, entre 18 y 20 años, que acumulan un 24 por ciento de las llamadas registradas por
Sapem.
Diferencias entre edades y género
Con mayor distancia entre los anteriores grupos,
las personas de entre 24 y 26 años reflejan un 18 por ciento de las llamadas, seguidos de los mayores de esas edades que completan el total con un 12 por ciento.
Sin embargo, si se disciernen los cursos en los que más ayuda solicitan, la medalla de oro la obtiene el sexto año de la carrera con un 19 por ciento de, seguido de cerca por el segundo y tercer año con un 18 y 17 por ciento respectivamente.
Sólo un 17 por ciento de hombre utiliza el servicio de Sapem frente a un 82 por ciento de mujeres
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El dato más diferencial dentro del estudio es la diferencia entre géneros que descuelgan el teléfono para solicitar ayuda por los diferentes procesos que puedan estar atravesando.
Las mujeres ocupan el 82 por ciento de las llamadas, mientras que los hombres sólo lo usan un 17 por ciento.
Este estudio refleja la exigencia y el estrés al que se enfrentan los estudiantes de Medicina durante
numerosos años de formación que
puede acabar deteriorando la salud mental y requiriendo de ayuda por la alta presión a la que son sometidos.
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