La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta cada vez a más personas en todo el mundo. Caracterizada por un dolor musculoesquelético generalizado y una serie de síntomas asociados, esta afección puede tener un impacto profundo en la vida diaria de quienes la padecen. Además del dolor persistente, los pacientes suelen experimentar fatiga extrema, alteraciones del sueño y problemas cognitivos conocidos como "fibro niebla". Estas complicaciones incluyen dificultades en la concentración y la memoria. La fibromialgia también puede estar acompañada de obesidad, diabetes tipo 2 y depresión, lo que complica aún más su manejo.
El profesor de Fisiología del Ejercicio en la Universidad Europea, Alejandro Rubio, explica que “la etiología exacta de la fibromialgia aún no está completamente entendida, aunque se sabe que es una enfermedad multifactorial”. Destaca que “la alteración en la percepción del dolor y la sensibilización central juegan un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad” junto con una posible disminución en la oxigenación muscular. Los factores de riesgo principales incluyen el género femenino, la edad avanzada y el historial de traumas físicos o emocionales.
El diagnóstico de fibromialgia puede ser un desafío debido a la falta de una causa específica y a la similitud de sus síntomas con otras enfermedades. El proceso diagnóstico suele requerir la exclusión de otras condiciones y es confirmado por un reumatólogo basándose en la presencia de dolor crónico y la sensibilidad en múltiples áreas del cuerpo. Actualmente, el tratamiento de esta enfermedad no cuenta con una solución universal. “El enfoque más efectivo es multidisciplinario, combinando farmacoterapia, intervención psicológica, cambios en el estilo de vida y ejercicio”, explica el profesor Rubio. Aunque los fármacos como antidepresivos, anticonvulsivos y opiáceos pueden ser utilizados, el tratamiento se basa en un proceso de prueba y error para cada paciente. “La implementación de un programa de ejercicio y una dieta antiinflamatoria, junto con la educación del paciente, son fundamentales para manejar los síntomas”, añade.
Además, las terapias alternativas como el yoga, la acupuntura y la estimulación eléctrica, están ganando popularidad y pueden ofrecer beneficios adicionales en la gestión de la fibromialgia. Recientes avances en la investigación, incluyendo el estudio de la disfunción en la oxigenación mitocondrial y el análisis de microARN, están arrojando luz sobre nuevas formas de diagnóstico y tratamiento. El experto afirma que “es crucial seguir aumentando la conciencia sobre la fibromialgia y fomentar la colaboración entre pacientes, médicos e investigadores para mejorar el manejo y la calidad de vida de los afectados”.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.