La experiencia de la primera prueba de aptitud para acceder a Medicina queda
abandonada por parte de la Administración. Este test, realizado por primera vez en las facultades de las universidades catalanas a los
estudiantes de nuevo ingreso en el curso 2022-2023, permanece en el olvido por parte del Govern de la Generalitat de Cataluña,
dando por el momento 'carpetazo' a esta iniciativa.
La creación de una prueba de aptitud personal que seleccione los estudiantes con un
perfil de valores más humanísticos como elemento modulador de la admisión a los grados que conducen a profesiones sanitarias fue una de las
líneas de trabajo identificadas en el Fòrum de Diàleg Professional, en el marco de tomar medidas para
favorecer la equidad en el acceso a la universidad de los estudiantes catalanes. Sin embargo, este proyecto está paralizado también en parto por el
relevo de seis de los ocho decanos y los
aspectos a mejorar de la experiencia piloto.
La prueba se idealizó como una guía para saber cómo continuar, tras
buscar bibliografía y mantener contactos internacionales que permitieran conocer bien las experiencias realizadas de pruebas parecidas. Actualmente,
el equipo impulsor ya ha evaluado los resultados de la experiencia llevada a cabo para mejorar progresivamente el proyecto y, si se considera oportuno, ampliarlo a otros grados. Por ello,
en las próximas semanas se publicarán los resultados del test.
Prueba única, válida y discriminatoria
Algunos de los decanos de las facultades de Medicina de las universidades públicas en que se ofrece este grado, seis en total en Cataluña, explican a
Redacción Médica qué
aspectos se deben mejorar de la prueba de aptitud personal. Realizar este test "es una posibilidad contemplada dentro de la normativa actual. Para poder aplicarla
debería ser una prueba única, válida y suficientemente discriminatoria. Logísticamente no es nada fácil llevarla a cabo", ha asegurado el decano de la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut de la Universitat de Barcelona,
Antoni Trilla.
En esa línea, el decano de la Facultad de Medicina de la Universitat de Girona,
José Manuel Fernández, considera la prueba "un elemento importante para
evaluar las habilidades y aptitudes de los estudiantes interesados en Medicina". Fernández, que accedió al cargo en marzo de 2023, ha defendido el test, pero con un matiz: "Esta prueba puede
proporcionar una visión más completa de los candidatos más allá de las calificaciones académicas. No obstante, se debe ser
muy prudente en las diferentes ponderaciones que se lleven a cabo".
Por su parte, la decana de la Facultad de Medicina i Ciències de la Salut de la Universitat Rovira i Virgili,
Fàtima Sabench, ha apuntado que le parece
"interesante y necesario" todo aquello que aumente la calidad y el refinamiento en el acceso a un grado como Medicina, "donde el paciente es el centro y hace falta una dimensión humana muy importante". Sin embargo,
las pruebas deben ser "bien validadas y que cumplan la función de acoger más que descartar.
Estudiantes con expedientes no tan altos pueden ser excelentes profesionales", ha agregado Sabench, decana desde septiembre de 2022. En esa línea, la decana de la Facultat de Medicina de la Universitat de Lleida,
Anna Casanovas, ha realzado "el trabajo ingente" de todos los decanos y las instituciones como la Direcció General d'Universitats.
"Antes de reconsiderar su posible utilización hay distintos aspectos a tener en cuenta", ha recordado Trilla, quien ha remarcado que la experiencia piloto realizada ha mostrado
varias cuestiones a mejorar. En ese sentido, Fernández ha detallado que la posibilidad de retomar este proyecto debe ser una "
decisión a debatir a nivel institucional y se debe tomar en consideración la situación específica de cada comunidad, así como las necesidades y expectativas de los profesionales de salud en Cataluña".
El decano de la Facultad de Medicina de la Universitat de Girona ha incidido en la importancia de "mantener un diálogo abierto e inclusivo entre las partes interesadas para asegurar que cualquier cambio o implementación de la prueba sea
beneficioso para la formación de los futuros profesionales de Medicina". Por su parte, Casanovas ha abogado por
ponderar la prueba de aptitud personal con la selectividad. "Este sistema permitiría que los
estudiantes con notas muy elevadas que suspenden la prueba no quedarán excluidos y también que
alumnos con notas más bajas, que no pueden entrar, y
realizan una prueba óptima, pudieran acceder al grado de Medicina y ser extraordinarios profesionales", ha reflexionado.
Otros actores implicados en el proyecto han lamentado que no se le haya dado continuidad. "
Una pena, mucho trabajo para nada. Nos dio mucha información y muy útil. Es fácil mejorarla.
En un par de años la habríamos tenido a punto", han señalado estas fuentes a este periódico. De cara a futuro, confían en que se saque del cajón la prueba de aptitud para acceder a Medicina,
una iniciativa a la que el Gobierno ha dado vía libre, porque
da solución "a un problema en activo".
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