La nota media que se exige para
entrar a Medicina impide a muchos estudiantes poder acceder a la carrera de sus sueños. A pesar de este obstáculo, existen
otras alternativas igual de válidas para que puedan hacer realidad sus deseos, como ingresar a través de un
ciclo superior. Un método que alberga una serie de beneficios, pero que también presenta varios inconvenientes que hay que tener en cuenta antes de dar el paso.
Entre los
aspectos negativos más destacados de
acceder a Medicina a través de un grado de Formación Profesional se encuentra la
convalidación de asignaturas. A pesar de que en algunas universidades esta fórmula sí está implantada, en la “gran mayoría” no ocurre y hay que volver a
repetir materias ya cursadas.
“Si tú ya has hecho un grado sanitario, deberían convalidarte esas asignaturas para no tener que repetirlas durante la carrera. Pero eso no pasa siempre, y puedes tener que cursarlas de nuevo”, ha explicado a
Redacción Médica Alejandro Fernández, médico que accedió a Medicina tras acabar el ciclo superior de
Anatomía Patológica.
Otra de las advertencias que ha querido trasladar este médico es que “nadie” te puede garantizar el poder entrar a la carrera después de finalizar el ciclo. “Si al final no sacas la nota que te exigen, poco puedes hacer”, ha resaltado.
Precios de las FP sanitarias
La dificultad de acceder a una
FP sanitaria es otro de los aspectos negativos que hay que tener en cuenta si luego quieres ingresar en Medicina. Según ha confirmado Fernández, hay centros públicos “con muy pocas plazas”, lo que te obliga a
ingresar en uno privado donde los precios “son desorbitados”. “En Vigo pueden llegar a costar de 300 a 400 euros al mes, mientras que en la pública es gratuito”, ha explicado.
Una vez que el estudiante finaliza con éxito sus estudios de FP y la nota obtenida junto a la parte específica de la
EBAU le permite ingresar a Medicina, hay que tener en cuenta una serie de desventajas que se pueden encontrar tras acceder por primera vez a las aulas.
La más reseñable, según ha indicado a este periódico la médica
Marta Gallego, es pasar de tener unos
exámenes tipo test con 50 preguntas “como máximo” a pruebas con más de
120 cuestiones. “Esto te obliga a olvidar la forma en la que te gestionabas en FP y aprender de nuevo. El ciclo superior lo saqué con muchas facilidades, pero la carrera me hizo ponerme las pilas”, ha explicado.
Relaciones sociales en Medicina
En el ámbito de las
relaciones sociales también influye. Gallego tenía dos años más que la mayoría de los estudiantes de primero de Medicina y se sentía “bastante más espabilada” que los demás, quienes “acababan de salir del cascarón”.
“Al principio notaba que no tenía la misma edad. Que en realidad son solo dos años de diferencia, pero sí que se percibía. Por esta razón, me costaba un poco más relacionarme con ellos porque los veía pequeños, pero rápidamente acabamos haciendo piña”, ha argumentado.
"Pese a los aspectos negativos, la posibilidad que se nos brindó de acceder a Medicina a través de un ciclo formativo nos ha permitido alcanzar nuestro sueño de ser médicos"
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Tanto Gallego como Fernández han querido resaltar que, pese a haber aspectos negativos en el acceso a través de un ciclo superior, los positivos son “muy superiores”. “La posibilidad que se nos brindó de acceder a Medicina de esta forma
nos ha permitido alcanzar nuestro sueño de ser médicos. Por lo tanto, estamos muy agradecidos de haber tenido esta oportunidad”, han subrayado estos dos profesionales.
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