El
estudiante de la Universidad de Alcalá (UAH) Rodrigo Gil Manso, ha sido elegido
Premio Fundación San Nicolás de Licenciado en Medicina 2018, que otorga la
Real Academia Nacional de Medicina (RANM). En una entrevista con
Redacción Médica, el mejor expediente en Medicina de España cuenta que él no tuvo siempre claro que quería ser médico. No fue hasta tercero de carrera,
cuando vio a sus primeros pacientes, cuando llegó el “momento clave”: “Ahí me di cuenta de que no quería dedicarme a otra cosa”.
Gil Manso finalizó en el mes de junio el
grado de Medicina en la Universidad de Alcalá de Henares con una media de 9,7 y 34 matrículas de honor, 12 sobresalientes y 4 notables. Este martes recibió el citado premio, que, tal y como manifiesta “ha sido todo muy inesperado” porque no conocía la existencia del galardón. “Cuando lo recibí, además estando estudiando
el MIR, la verdad es que es una sorpresa y una alegría. Al final
te sirve para ayudarte en estos momentos finales”.
“
Mis padres se han quedado sin palabras. Estaban incluso más emocionados que yo”, ha expresado el galardonado.
Pero, ¿cómo se consigue ser el mejor expediente en Medicina? El estudiante contesta que “obviamente nadie estudia pensando en llegar a serlo, son cosas que tú te esfuerzas cada día, con cada asignatura, con cada trabajo, con cada examen”. “Te
esfuerzas queriendo buscar aprender al máximo, el lograr recibir todo ese conocimiento que te han querido transmitir para algún día poder aplicarlo en la práctica clínica. De todo ese esfuerzo, si ya encima de la propia satisfacción, de toda la experiencia y de todo lo aprendido, se obtiene un reconocimiento con expertos, pues
no puedo estar más contento”, señala.
"Pude estudiar Medicina gracias a mi tía que vivía en Madrid"
Rodrigo Gil Manso explica que
de pequeño “tenía muchas dudas” de si ser médico. Él es de
Burgos, donde no hay facultad de Medicina. “Al acabar Bachillerato, mis profesores y mi familia me empezaron a comentar si me interesaba estudiar Medicina.
Entré en Medicina gracias a una tía que tenía viviendo en Alcalá y pude vivir en su piso”, cuenta.
“Yo creo que muchas veces,
cuando se entra en Medicina, no todo el mundo lo tiene claro”, expresa, para después añadir que el “momento clave” fue cuando llegó a tercero de carrera y vio a los primeros pacientes. “Ese contacto humano, esa relación que se establece, aun siendo simplemente un estudiante de Medicina... La forma en la que te ven los pacientes
es una sensación tan única que dices no quiero hacer otra cosa en la vida”.
Su principal meta es el MIR y formarse como hematólogo
Su principal meta, en este momento, es el examen MIR, que
tendrá lugar el próximo 2 de febrero, y en el que pretende obtener una puntuación que le permita formarse como
hematólogo. “Estoy nervioso por cómo saldrá ese día el examen. Son muchísimas horas de estudio y dices no sé cómo me irá, no sé cómo lo voy a hacer, pero
al final sabes que vas a dar todo”.
El galardonado explica que quiere hacer
Hematología porque es una especialidad médica “que combina muy bien todos los aspectos de la Medicina, con pacientes de medicina Interna e Intensiva y atención a pacientes crónicos. Combina muchas pruebas de laboratorio, de diagnósticos,
a veces el hematólogo es su propio patólogo”.
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