El
Grado de Medicina debe reinventarse de acuerdo a las necesidades actuales y a los cambios en el contexto social, y la
Universidad de Barcelona ha enfocado este camino con un objetivo claro: la
formación de sus estudiantes de Medicina en el cambio climático. Esta institución ha sido una de las primeras universidades del país en sumarse a la Red Europea de Educación sobre Clima y Salud, una iniciativa encabezada por la Universidad de Glasgow, en Reino Unido. ¿El objetivo? Concienciar a los médicos del futuro en este sentido y
actualizar su currículum profesional a la realidad actual. Para ello, la UB ha establecido una línea de trabajo que implicará, a futuro, la creación de un
módulo específico sobre el cambio climático dentro de la asignatura de
Medicina Preventiva.
Antoni Trilla, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (UB), también es médico preventivista, y asegura que en su asignatura ya se ha ido introduciendo pinceladas de formación sobre el
impacto del cambio climático en los temas que tienen que ver con
enfermedades transmisibles por vectores, y ahora trabajarán por concentrar en un módulo de conocimiento del
impacto del sistema sanitario en el cambio climático, además de una parte práctica que implica que los médicos del futuro sean capaces de explicar esto a sus pacientes. "Yo creo que esto lo podemos hacer relativamente rápido, incluso
el curso que viene ya lo podríamos tener más o menos implementado", concreta.
"Debemos
fomentar la labor educativa y preventiva de que el cambio climático es malo para la salud. Igual que cualquier médico tendría que saber explicar qué debe comer el paciente, prescribir ejercicio, o demás cuestiones que pueden resultar 'básicas', también debe contribuir a que el planeta esté sano", explica. Desde el punto de vista de las áreas concretas, Trilla indica que ya cuentan con unos cuantos módulos en ramas como
Neumología o Cardiología donde se explica esta información, pero ahora debe unificarse: "En Medicina Preventiva les comentamos, a lo largo de una clase muy corta, las acciones posibles que puede hacer cualquier persona, y no específicamente un sanitario, para reducir el impacto del cambio climático.
Ahora lo intentaremos sistematizar más".
Estudiantes 'activos' frente al cambio climático
La UB está muy interesada en esta iniciativa europea porque puede servir como
motor para actualizar el currículum del futuro médico, incluyendo todo lo relativo al cambio climático. Además, reconoce que cuentan con el
apoyo de los propios alumnos, quienes se implican directamente en este proceso: "La mayoría de los alumnos de Medicina, con edades entre los 18 y 23 o 24 años, son ahora mucho más conscientes de los problemas del cambio climático que las generaciones anteriores. Son más activos y se ve que les preocupa, hay buena predisposición y, de hecho,
estamos trabajando con los propios alumnos para ver cómo lo podemos adaptar", concreta.
"Introducir una asignatura nueva dedicada únicamente al cambio climático en Medicina es muy complejo, desde el punto de vista burocrático"
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Dentro de las áreas a trabajar, Trilla señala una "más clásica", que ya se ha trabajado por áreas, centrada en
qué impacto tiene el cambio climático sobre las enfermedades mentales, las enfermedades digestivas, las infecciones, etcétera: "Aquí se puede plantear que lo siga explicando cada especialista dentro de su área, pero que tenga claro que, si es así, debe
incluir un capítulo específico o una clase sobre el cambio climático, de manera que sea un tema que la gente identifique claramente".
Además, como futuros profesionales médicos, el decano recuerda que tienen que
conocer qué impacto tiene el propio sistema sanitario en el cambio climático. "Somos una de las áreas que, por el transporte, por el tipo de materiales que utilizamos, desde los envasados de los medicamentos, la industria, etcétera;
desafortunadamente, no somos de los menos contaminantes. Y esto lo deben conocer para saber luego qué camino tomar para reducir el impacto del sistema sanitario del cambio climático, tanto a nivel colectivo como individual", asegura.
Teoría y práctica en Medicina sobre el medioambiente
¿Cómo se va a poder aterrizar esta información dentro del grado? Asegura que, por ahora, la idea de
crear una asignatura propia de Cambio Climático en Medicina está lejos de ser una realidad. "Por ahora, lo que podemos hacer en las facultades de 'maquillaje interno', es poner más clases o cambiar algunos temas, pero, por ejemplo, cambiar una asignatura o introducir una nueva es más complejo, desde un punto de vista burocrático. Nosotros lo que intentaremos hacer es identificar estos módulos, identificar a los profesores que los imparten y pedirles que expliquen estas cuestiones", relata.
Pero Trilla no se queda solo con el lado teórico de la formación médica y plantea la posibilidad de
desarrollar actividades de difusión social y talleres prácticos para cambiar la "típica clase": "Esto lo iremos viendo, pero de momento se podría considerar que hubiera un módulo entero dentro de una asignatura que fuera dedicado al impacto del cambio climático".
La implicación en esta iniciativa europea permitirá a la UB colaborar y conocer la experiencia de otras facultades de la Red: "Hay que empezar a andar,
debemos ver qué nos piden los alumnos, qué les gustaría aprender y qué habilidades creen que tienen que activar. A partir de aquí; traje a medida", concluye.
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