Uno de los principales objetivos que persigue la futura
Ley de Universidades es rebajar los
contratos temporales en el sistema universitario del actual 40 por ciento al 20. Sin embargo, aunque el anteproyecto recoge que no se podrá superar el 20 por ciento en las plantillas, esta ‘exigencia’ no computará a tal efecto entre
profesorado asociado de Ciencias de la Salud y el profesorado ayudante ante la aparente falta de precariedad en lo que se refiere a la actividad universitaria del profesorado de esta rama.
“No queremos que haya temporalidad precaria y, en el caso de estos profesores asociados en Ciencias de la Salud,
no parece que haya precariedad en lo que se refiere a la actividad universitaria. Las actividades no universitarias no nos competen a nosotros”, ha señalado
José Manuel Pingarrón, secretario general de Universidades, que ha acompañado al ministro de Universidades,
Joan Subirats, en la presentación del borrador del
anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario.
Pingarrón ha apuntado que los profesores asociados en Ciencias de la Salud, especialmente en
Medicina, tienen un régimen estatutario y laboral "completamente diferente" al profesorado de otras ramas porque fundamentalmente realizan su actividad en hospitales y, por tanto,
"pertenecen al Sistema Nacional de Salud (SNS)".
Joan Subirats durante la presentación del nuevo documento de Ley Orgánica del Sistema Universitario.
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Además de acabar con la precariedad laboral, la reforma universitaria aspira a rejuvenecer y estabilizar las plantillas, ya que la edad media de los doctores es de 40 años y la de estabilización es de entre 45 y 46 años. Para ello, se modifica la figura del profesor asociado, que ahora tendrá limitada la docencia a 120 horas, así como de la figura de figura de profesor visitante, que se limitará la duración de su contrato a dos años. Asimismo, se crea una nueva figura de sustituto, que sustituirá al PDI con derecho a reserva de puesto de trabajo.
En cuanto a la
carrera académica, la
nueva Ley diseña una "más estable", "más corta" y "más garantista". Según ha señalado Pingarrón, la idea es que
en 10 años una persona que accede a profesor universitario se estabilice en el sistema. El acceso a la carrera se realizará con la figura del Ayudante Doctor, con un contrato de 6 años (en vez de los 5 de la LOU), eliminando la acreditación para esta figura, y accediendo por concurso público. Con ello, según Universidades, se avanza la edad de entrada y se permite también atraer talento internacional.
"En 8 años se va a jubilar el 53 por ciento del profesorado permanente. Esto nos exige mejorar nuestra capacidad de reclutamiento e incorporar gente joven y que, además, no se les haga eterno el proceso de estabulización", ha explicado, por su parte, Subirats, que espera que en las
"próximas semanas" el texto entre en el
Consejo de Ministros.
En este sentido, el ministro ha insistido en que es "fundamental" una mayor inversión pública, así como el apoyo de las CCAA para alcanzar los objetivos. Por ello, la LOSU incluye un compromiso de financiación del
1 por ciento del PIB destinado a la educación universitaria pública ya que, tal y como ha lamentado Subirats, en los últimos años la financiación ha bajado un 20 por ciento y la Universidad no ha recuperado el nivel de inversión que tenía en 2009.
'Confusión' por la denominación de títulos universitarios
Asimismo, siguiendo la línea marcada por el anterior Ministro de Universidades,
Manuel Castells, el órgano ministerial ahora dirigido por
Joan Subirats quiere acabar con las
denominaciones de determinados títulos universitarios que puedan infucir a
confusión con los títulos que habiliten para el ejercicio de una profesión sanitaria o de los títulos de especialista en Ciencias de la Salud.
A este respecto, el secretario general ha matizado que la LOSU persigue que esta posible confusión no ocurra solo con los títulos oficiales, sino también con los
títulos propios de las universidades. "Cada vez que enviamos una remesa de títulos al Consejo de Ministros, el
Ministerio de Sanidad revisa si alguno de ellos pueden inducir a confusión. Buscamos que esto no ocurra solo con los títulos oficiales, sino también con los títulos propios de las universidades", ha contestado Pingarrón a la pregunta formulada por
Redacción Médica.
Pingarrón ha subrayado que "tiene que quedar claro que no puede haber ningún título propio que induzca a confusión con profesiones reguladas en el ámbito sanitario". Además, ha asegurado que, desde la secretaría general de Universidades están
"muy atentos" a que esto no ocurra. "Y, si en algún caso ocurre, Universidades dicta que se tiene que cambiar ese título", ha remarcado.
Homologación de títulos de psicólogos migrantes
Por otro lado, el secretario general de Universidades ha hecho alusión a la problemática que gira en torno a la
homolagación de títulos de psicólogos migrantes, que afecta casi a 300 profesionales. A este respecto, ha recordado que, hace apenas unos días, se ha celebrado una reunión con el colectivo en la que se explicó la normativa actual que impide atender algunas de sus demandas. “Estamos explorando una serie de reformas legales, que no son de la LOSE, sino de otras leyes y otros decretos, que podrían dar solución a alguno de los problemas que están planteando", ha apuntado Pingarrón.
Cabe recordar que la
Psicología no es una profesión regulada en España y que las homologaciones únicamente son posibles, según la normativa actual, para profesionales que sí están reguladas. "Estamos buscando una manera para obviar esto, de tal forma que, cambiando alguna normativa se pueda dar solución", ha señalado, incidendo qen que
no es la LOSU lo que hay que cambiar: "Sí se puede incluir algo en la nueva norma que permita cambiar otra Ley que permita la homologación de títulos de los psicólogos migrantes".
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