No siempre un objetivo laboral que se tiene desde niño se cumple en el primer intento, y es
más complicado cuando se trata de Medicina: un sector exigente que requiere de la máxima dedicación de sus estudiantes para convertirse en médicos. Este es el anhelo de
Elena García, alumna de sexto curso, quien ha atravesado un verdadero calvario durante los primeros cursos de la carrera para estar, en la actualidad, a pocos pasos de conseguir su sueño. Y es que esta futura médica veía como, por más que estudiaba,
sus resultados no eran suficientes, por lo que cayó en una
grave depresión que, prácticamente,
le impedía estudiar.
“Me dieron incluso
ataques de pánico en los exámenes”, ha reconocido. Aún así, con esfuerzo y
ayuda profesional, ha conseguido superar un trastorno que afecta a más de dos millones de personas en España. De hecho, cree que todos los aspectos negativos que ha sufrido a lo largo del camino le harán ser
más empática y mejor profesional en el futuro. “Hay un estigma social acerca de que todos los estudiantes de Medicina son brillantes
, pero aquí el fracaso también existe”, ha afirmado.
Sus problemas de ansiedad que, en el futuro, la llevarían a una
depresión, comenzaron durante la preparación de la
EBAU. Sentía una gran presión por sacar la suficiente nota para
entrar a Medicina porque no veía otra alternativa académica que no fuese esa.
Fallar no era una opción para García.
A pesar de esa exigencia, consiguió acceder sin mucha dificultad, pero, contra todo pronóstico,
suspendió todas las asignaturas en el primer cuatrimestre. “Ahí empecé a ponerme peor. No entendía porque no me salían las cosas si había estudiado y me había esforzado”, ha lamentado. Durante el resto del año la situación no mejoró. “Empecé a estar mucho tiempo ‘tirada’ en la cama llorando en mi habitación.
Sentía mucha frustración porque veía como mis compañeros aprobaban, pero yo no;
suspendía todas”, ha resaltado.
Estrés y ansiedad en la carrera de Medicina
Ese año fue el comienzo de la pandemia y las recuperaciones fueron online, lo que hizo que consiguiese aprobar todas las materias y pasar a segundo de Medicina "limpia". Aún así, la fustración, el estrés y la ansiedad habían llegado para quedarse. “En segundo volví a
suspender todas las asignaturas de Medicina prácticamente,
solo aprobé tres, y ahí fue cuando no pude más”, ha aseverado.
En ese momento, García explotó. Sentía que la carrera era “superior” a ella y que
era “incapaz” de convertirse en médica. Este punto fue de inflexión, ya que se daba cuenta de que
no podía controlar esos pensamientos. Por ello, se puso en manos de profesionales y le diagnosticaron
ansiedad generalizada con depresión. “Sentía que no estaba bien. Tenía mucha presión y ganas de llorar. Me costaba mucho levantarme de la cama y había días que era incapaz de estudiar (…)
El mundo se te cae encima cuando estás así, porque quieres estudiar, pero no puedes. No recuperé ninguna de las materias que me estaban quedando y pasé a tercero con casi todas las
asignaturas sin aprobar”, ha reconocido.
Suspender todas las asignaturas en Medicina
Fue en cuarto de Medicina, con un montón de materias que arrastraba de segundo y tercero, cuando decidió que tenía que parar. “No podía seguir acumulando. Cogía nuevas, me presentaba y suspendía. No estaba bien, por tanto, tenía más frustración, estrés y sensación de fracaso”, ha reconocido.
Llegó hasta tal punto su situación que, en algunos exámenes que se presentaba, tenía
ataques de pánico y se tenía que marchar. “Era un
bloqueo mental muy grande porque, al final, yo siempre había querido ser médica. La gente me preguntaba que qué tal iba, y siempre hay un estigma de que todos los estudiantes de Medicina son brillantes, pero aquí el fracaso también existe. Ahora lo veo diferente.
Suspender y fracasar porque no estés bien, para mí, no es un fracaso, sino un aprendizaje”, ha enfatizado.
Superar una depresión durante la carrera de Medicina
De hecho, en la actualidad, García está “mucho mejor” gracias a la ayuda profesional,
años de terapia y medicación. De esta forma, ha conseguido ver las cosas “de otra manera”. “
Estoy consiguiendo avanzar (…) Afronto la frustración de otra manera. No me considero
peor médica por lo que he pasado, al revés, lo que he vivido me ha dado mucha experiencia en la vida y creo que, en el futuro, voy a ser una
profesional más empática con los pacientes”, ha subrayado.
Asimismo, García no ha querido terminar de contar su historia a este periódico sin lanzar un mensaje de recomendación a otras compañeras que, como ella,
están viviendo una depresión durante la carrera de Medicina. “Tenéis que pensar que
siempre hay salida. Cuando estás en un proceso así lo ves todo negro, y crees que nunca vas a salir. Yo creía que nunca me iba a convertir en médica. Pero siempre hay una escapatoria, y se puede conseguir.
Si luchas por lo que quieres lo vas a lograr. Y la gente que esté en una situación así que sepa que no está sola, y que con ayuda se puede mejorar”, ha concluido.
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