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"UCM no siente a profesores de sus hospitales como suyos, debe creérselo"

Javier Arias, decano de Medicina en la UCM, será candidato en las elecciones al Rectorado

Javier Arias, Decano de Medicina y candidato a Rector de la UCM.

03 feb 2023. 09.40H
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Javier Arias, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), se postula como futuro Rector de un centro en el que, afirma, es necesario priorizar “la generación de talento a la politización”. Para ello, afirma el cirujano, es necesario recuperar “la ilusión” de todos los alumnos y profesores Complutenses “con objetivos concretos de calidad”. Arias se enfrentará a un proceso electoral reñido, con al menos ocho candidatos, que culminará el próximo marzo.  

¿Qué le ha llevado a presentar candidatura a las elecciones?

Parto de mi experiencia como decano de una facultad compleja como es la de Medicina, en la que creo que la gestión ha sido exitosa en los últimos cincos años. Y creo que puedo poner esa experiencia al servicio de la Universidad Complutense. El año pasado, de hecho, me sometí de nuevo a elecciones y salí muy reforzado, prácticamente con unanimidad. Es decir, mi gestión se percibe positiva, y eso es un elemento que puedo poner a disposición de toda la comunidad.

¿Qué aspectos deben cambiar en el centro? ¿Cuáles son sus objetivos para la legislatura?

Hay muchas áreas de mejora. Tristemente, hemos estado saliendo últimamente en los medios por motivos nada edificantes, pues hay muchas influencias e intereses políticos y sin embargo escasas opiniones basada en conocimiento. La Universidad debe acercar el conocimiento de la sociedad a la comunidad, y creo que la Complutense ha tenido poco papel en ese sentido, porque en los últimos años ha habido demasiada politización. Porque la esencia de la Universidad es generar conocimiento, transmitirlo y ponerlo al servicio de la sociedad. Y por otro lado, tengo la sensación de que los profesores y profesoras están sobrecargados de labores administrativas, lo que les impide desarrollar su talento investigador y docente. Creo que es esencial arreglar ese problema.

¿Cómo?

Con apoyo administrativo y agilizando los medios telemáticos e informáticos para que sean verdaderamente amigables para el usuario. No solamente para el que recoge los datos, sino para el que los tiene que introducir. También hay que evitar la descoordinación en el propio equipo rectoral, de tal manera que se pida información repetitiva a las facultades. Hay que centralizar la recogida de información.


La entrevista con Javier Arias, al completo



Despolitizar la Universidad, generar más conocimiento dentro de las facultades... ¿De qué forma se van a abordar estos objetivos?

Lo esencial son las personas. Si hay motivación e ilusión en torno a un objetivo, nos podemos asombrar de lo capaces que somos. Y lo digo desde mi experiencia como cirujano y como médico. Si lo viéramos como si fuese un paciente, en primer lugar habría que tener en cuenta su aspecto fisiológico; luego la expectativa que tiene, y finalmente su confianza. El vínculo que se puede establecer con el paciente para que se involucre en el tratamiento y luche. Esa parte es esencial. La otra clave es hacia qué objetivo vamos para ilusionar a las personas. En el caso de la Facultad de Medicina hemos logrado el sello de calidad de la World Federation. Estamos entre las pocas facultades de Medicina de España que lo tienen. Y eso es porque hemos logrado ilusionar a las personas con objetivos concretos de calidad.

"Si hay motivación e ilusión en torno a un objetivo, nos podemos asombrar de lo capaces que somos"


¿Le ha parecido correcta la forma en la que se han convocado las elecciones? Tras el anuncio exteriorizó que había sido algo precipitado.

Hay que agradecer la agilidad del equipo rectoral por la rapidez de la convocatoria, pero también debemos tener en cuenta que el mandato del actual rector acaba en junio y que las elecciones van a ser en marzo. Ahí hay unos meses que se podrían haber aprovechado para un mejor debate. Creo que el objetivo de un rector no debe ser mantenerse en el poder, sino facilitar tiempo y diálogo de manera reposada, de tal manera que la comunidad pueda elegir al mejor candidato posible. Parece que podría ver hasta ocho candidatos. No creo que en 15 días la comunidad complutense sea capaz de conocerlos a todos, teniendo en cuenta que son 26 facultades. Así es muy difícil que haya un debate reposado.

¿Qué puede aportar, desde su posición y experiencia en Medicina, al funcionamiento de la Universidad?

Teniendo en cuenta la complejidad de la Facultad de Medicina y sus peculiaridades, creo que, como he comentado, lo esencial es el aspecto humanístico. La Facultad de Medicina no solamente es una facultad experimental centrada en la ciencia, que también; pero tiene además innegables aspectos humanísticos, sociales, deontológicos, legales… De alguna manera, las ciencias experimentales, las sociales y las humanidades están representadas en la Facultad de Medicina, y eso creo que me ha permitido también el tener una visión global de lo que esta puede aportar a toda la Complutense. Unidos somos más fuertes y coordinados.

¿Qué puede hacer por la facultad de Medicina, como rector, lo que no ha podido como decano?

Antes de decano fui director del departamento de Cirugía. Se podría pensar que iba a favorecer de alguna manera a este departamento, pero no ha sido así. He favorecido a la facultad, y por lo tanto a Cirugía y al resto de áreas. Si adquiero la responsabilidad de la Universidad Complutense, si la comunidad confía en mí para ello, voy a trabajar por toda la Universidad. Porque si la Universidad crece va a crecer Medicina y todas las demás facultades. No debería ser un juego de sumas en el que uno crece frente a los demás. Como rector, creo que mi tarea fundamental sería ser facilitador de propuestas. Estar alejado de partidismos, de grupos de presión, y poner en marcha mecanismos para solucionar los problemas de manera consensuada.

¿Cuáles son los aspectos más acuciantes para las facultades sanitarias?

Un factor claramente limitante es el déficit de plazas clínicas para que los estudiantes realicen sus prácticas con pacientes. No hay posibilidad de simulación, y la interacción con el paciente es insustituible. Existe una limitación del número de alumnos que pueden estar delante de un usuario por la Ley de Autonomía del Paciente y por respeto al mismo, pero hay que intentar que los alumnos tengan el mayor número de práctica posible. Sería una experiencia interesante el establecer alianzas estratégicas con los centros de salud, con los hospitales, centro de salud para este tipo de prácticas. Los hospitales asociados a la Complutense son hospitales universitarios. Pero, ¿se siente un hospital universitario? De alguna manera, necesita creérselo.

¿A qué se refiere?

Necesita saber que los hospitales asociados forman parte de la Complutense. Tienen profesores y tienen alumnos de la UCM, y sin embargo hay detalles que dificultan ese entendimiento. Por ejemplo, en las próximas elecciones no se van a poner urnas en los hospitales. La Facultad de Medicina está en la Ciudad Universitaria, pero el Hospital 12 de Octubre está muy lejos, en la carretera Andalucía; y el Gregorio Marañón en el otro extremo de Madrid. Eso dificulta enormemente la participación de profesores y estudiantes en las elecciones en comparación con otros que van a tener urnas en sus facultades. Otro aspecto es que a los investigadores, que obviamente ven favorables los proyectos gestionan a través de los institutos y los hospitales, no se les tiene en cuenta. Creo que en este sentido es una ventaja ser decano de Medicina, porque entiendo el problema y puedo ayudar a que la Universidad se lo crea.

Javier Arias, decano de la facultad de Medicina de la UCM.


Hablemos de las nuevas generaciones de estudiantes. Se ha debatido mucho acerca del nuevo modelo de selectividad, más competencial y menos memorística. ¿Qué le parece a usted?

Ampliar las esferas de evaluación siempre puede ser interesante. Parece que hay una prueba de madurez que creo que es útil. En cualquier caso, parece que la implantación va a ser progresiva, así que podremos ir viendo cómo funciona. Lo que sí sería importantísimo es preservar la equidad. No es lógico que un alumno, dependiendo de la comunidad autónoma donde se examine o donde estudie, tenga distintas opciones para acceder a la universidad. La equidad entre en el territorio nacional es fundamental.

El pasado curso se ofertaron 7.445 plazas de Medicina en España. El próximo año se esperan más de 8.500. ¿Qué le parece este aumento de la oferta? ¿Será capaz el MIR de absorber este incremento de estudiantes que salen de las facultades?

Es positivo en el sentido de que hay un déficit de médicos. Pero hay que tener en cuenta es todos los aspectos, porque si por ejemplo no hay suficientes unidades de calidad donde formar a los médicos residentes tenemos un problema. Hay que asegurarse de que hay suficientes unidades de calidad, de formación, de residentes, de que hay equidad en el acceso a esas unidades, de que cuando acaben su formación no se van a ir... Si no hacemos atractiva la el ejercicio profesional en España, van a optar irse a otro sitio. Por eso tenemos que hacer trabajar en todos los aspectos. A lo mejor podemos disminuir ese porcentaje si hacemos más atractivo el ejercicio profesional. Y no me refiero únicamente a salarios, sino simplemente a expectativas profesionales, a conciliación. Lo que se está debatiendo actualmente en Madrid, el número de pacientes por médico, cosas esenciales para que alguien elija quedarse en su país o en su entorno.

El Gobierno pretende subsanar problemas de falta de profesionales agilizando la homologación de títulos. Comunidades como Euskadi reclaman esta competencia para llevarla a cabo a nivel autonómico. ¿Puede ser esta una solución para hacer más efectivo el proceso?

Hay que cuidar que en el futuro no haya distintas categorías de médicos ni que un paciente tenga que preguntar al médico dónde estudió, de dónde viene, dónde fue homologado. Me refiero a que es fundamental garantizar un nivel mínimo de conocimientos a todos los profesionales que ejercen el sistema de salud. Hay países extracomunitarios con un nivel de formación más que aceptable, y otros con menos nivel de formación. Cuando se intentan homologar aquí se puede apreciar ese distinto nivel de formación. Habría que establecer criterios homogéneos, niveles de calidad mínimos en todas las comunidades. De otra manera se producirán recelos. 

El famoso Chat GPT logró sacar una buena nota dentro del examen MIR. ¿Cómo ve la irrupción de la inteligencia artificial en el mundo académico?

Es inevitable, y con lo inevitable hay que colaborar. Tenemos que intentar incorporar estas nuevas tecnologías de la manera menos traumática posible, intentando paliar los problemas que pueden causar, pero también aprovechando sus ventajas, que son indudables. Yo creo que para un alumno universitario la posibilidad de hacer una consulta rápida para temas que no entiende muy bien o que se salen de la materia que está estudiando puede ser una cosa positiva. Es, entre comillas, una especie de tutor, aunque no sustituya al profesor. También puede pedirle resúmenes o preguntas de temas complejos y se los hace. Pero hay aspectos que hay que intentar paliar, como que el estudiante no delegue el hacer cualquier tipo de trabajo, incluso el fin de grado o de máster en la inteligencia artificial, porque entonces no adquiere habilidades.

Javier Arias y Adrián Mateos, durante la entrevista.


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