"Estudio Medicina, soy deportista de élite, y aún así logro organizarme"

Los alumnos de Medicina están acostumbrados a un ritmo de estudio frenético, con poco o ningún margen para cometer errores. Esta exigencia aumenta para quienes, además de formarse en esta carrera universitaria, entrenan y compiten diariamente como deportistas de élite en cualquier disciplina. Apurar unas décimas puede ser igual de complicado y decisivo en el sprint final de una carrera de atletismo que en un examen de Anatomía.

Al igual que en el resto de titulaciones de Grado, la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén (UJA) reserva cada año un tres por ciento de sus plazas del primer año de carrera para el Programa de Apoyo a Deportistas Universitarios (Paduan). Entre los admitidos en esta convocatoria en la titulación de Medicina, figuran Alejandra Chavarría Núñez, nadadora de natación artística, y Magdalena López Gámez, luchadora de kempo-kárate. 

Entre las ventajas que brinda este programa a sus admitidos para compaginar el deporte y la universidad, destacan algunas como la bajada de la nota de acceso o la posibilidad de cambiar fechas de exámenes por competiciones deportivas, entre otras. Para optar a estos beneficios sólo hace falta cumplir un requisito: ser reconocido/a como deportista de alto rendimiento. Dicha condecoración se consigue "a través de los logros deportivos cosechados en tu trayectoria", en palabras de la propia Chavarría.

Compaginar la Medicina y el deporte, ¿misión imposible?

Ella parte de una situación excepcional, que complica aún más el 'tetris' al que se enfrentan cada día los alumnos que deben incluir en sus agendas dos ámbitos tan exigentes como la Medicina y el deporte: "A día de hoy mi deporte, la natación artística, no se encuentra en la provincia de Jaén, por lo que me voy a Granada a practicarlo", explica. Estos desplazamientos suponen un perjuicio adicional, ya que consumen un tiempo más que valioso para su estudio "aparte de las horas que de por sí requiere este deporte", asegura. 

Por su parte, López también cree que lo más complicado es encontrar el equilibrio entre ambas disciplinas y hacer un 'encaje de bolillos' para que todo cuadre, especialmente teniendo en cuenta las particularidades de su Grado universitario: "Al ser una carrera que requiere una gran implicación, la dificultad está en el modo de organizar el estudio sin dejar de lado el deporte", sostiene.

"Al ser una carrera que requiere gran implicación  [Medicina], la dificultad está en el modo de organizar el estudio sin dejar de lado el deporte".

Dada la complejidad de sus respectivos calendarios, el programa Paduan brinda a todos sus estudiantes amoldar en la medida de lo posible sus agendas para que sus dos pasiones no se solapen: "Contamos con cierta flexibilidad en cuanto a fechas de exámenes u otras actividades que coincidan con nuestro calendario deportivo", expone López. Su compañera añade que, en caso de que las competiciones se solapen con los compromisos académicos, es la propia universidad la que propone varias alternativas entre las que estos jóvenes pueden elegir. 

Elegir entre dos pasiones: ¿Médico o deportista?

A la hora de elegir su carrera univesitaria, ambas estudiantes tuvieron en cuenta la "conexión con el deporte", en palabras de López, que tiene esta disciplina. En palabras de Chavarría, además de su vocación por "ayudar a la gente", ha sido su actividad deportiva la que le hizo decantarse finalmente por el ámbito sanitario: "Ver cómo nos lesionamos y que seamos capaces de recuperarnos de la manera más rápida, eficaz y sin ninguna secuela a largo plazo es algo admirable", sostiene. Es por ello que las dos jóvenes quieren especializarse en un futuro en Medicina del Deporte, con el objetivo de"seguir los pasos de todos aquellos que nos ayudan a día de hoy", continúa Chavarría.

"Ver cómo nos lesionamos y que seamos capaces de recuperarnos de la manera más rápida, eficaz y sin ninguna secuela a largo plazo es algo admirable".

De cara al futuro, es consciente de la dedicación que requiere la profesión médica, y del escaso margen de error con el que cuenta en dicho trabajo, por lo que asegura que la mayor parte de su tiempo irá destinada a este cometido. Aun así, reconoce que no quiere perder su relación con la natación artística y que seguirá compitiendo "si el tiempo lo permite".López comparte este planteamiento, y considera que se esforzará para seguir vinculada al tempo-kárate siempre y cuando "no interfiera en el trabajo".