Meses después de haberse contagiado de coronavirus, el cansancio extremo, el dolor de cabeza o los problemas respiratorios continúan formando parte del día a día de decenas de enfermeras y fisioterpaeutas. A pesar de ser una realidad, el Covid persistente todavía no es reconocido como una enfermedad profesional, tal y como reclama el Sindicato de Enfermería (Satse).
Se trata de una de las principales reivindicaciones del sindicato desde hace más de un año y que lleva por objetivo reconocer de manera directa cada baja laboral por Covid-19 como enfermedad profesional para garantizar una mayor protección y seguridad de los profesionales sanitarios, sobre todo en el caso de que haya secuelas futuras.
A este respecto, Satse señala el amplio conjunto de síntomas a los que se enfrentan los profesionales afectados por el denominado 'Long Covid', como son el cansancio extremo y continuado, dolores de cabeza permanentes, crisis epilépticas o problemas de carácter respiratorio, entre otros.
El sindicato denuncia una vez más la "falta de apoyo" de las administraciones públicas ante este fenómeno, a pesar de las recomendaciones lanzadas por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) a este respecto.
En estos momentos, se requiere que los servicios de riesgos laborales correspondientes dictaminen en cada caso si el contagio de un sanitario de la Covid-19 ha ocurrido durante el ejercicio de su profesión, lo que supone, a ojos de Satse, "un claro perjuicio" para unos profesionales que, desde el primer momento que surgió la pandemia, han estado en primera línea luchando contra ella, incluso sin los suficientes equipos y elementos de protección y con el consiguiente riesgo para su salud y seguridad.
Protección ante recaídas de por vida
"Está siendo ahora la Justicia la que está empezado a dictar fallos a favor de este reconocimiento cuando debería ser la propia administración pública la que debería hacerlo de oficio sin necesidad de obligar a los profesionales sanitarios a acudir a los tribunales en defensa de sus intereses y con la consiguiente sobrecarga al sistema judicial", critican.
El reconocimiento directo de toda baja laboral por contagio de Covid-19 permite al profesional sanitario acceder a determinados beneficios, como el incremento en la prestación económica percibida correspondiente al periodo de baja, así como recibir una mayor protección en caso de posibles recaídas y/o secuelas a consecuencia de haber padecido la enfermedad, y todo ello sin límite temporal, es decir, de por vida.
Desde el sindicato enfermero recuerdan que los profesionales sanitarios españoles fueron los que más se contagiaron en todo el mundo durante los peores momentos de la pandemia, de los cuales el sindicato estima que en torno al 60 por ciento fue personal de Enfermería
"Las enfermerasy fisioterapeutas, junto al conjunto del personal sanitario, han pagado un precio muy alto por estar en primera línea luchando contra el coronavirus y es de justicia que las administraciones públicas velen por su seguridad y bienestar durante su ejercicio profesional y, de igual manera, si lamentablemente ha resultado contagiado a consecuencia de su trabajo", insisten.
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