El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado que la
“peor pandemia” que sufre la
Atención Primaria de nuestro país, de manera estructural y crónica, es la falta de medios y profesionales, especialmente de enfermeras y enfermeros, que las distintas administraciones siguen sin querer solucionar pese a que, tras las sucesivas olas del Covid-19, se encuentra
“más desbordada, saturada y tensionada que nunca”. Ante esta situación, la organización propone, entre otras medidas, que las diferentes comunidades autónomas destinen, dentro de su presupuesto sanitario, el 25 por ciento, al menos, a la
Atención Primaria.
Satse critica que las continuas situaciones de
colapso y sobrecarga asistencial que sufren los centros de salud de las diferentes comunidades autónomas, no solo perjudican gravemente a los profesionales sanitarios, sino que ponen en peligro la seguridad asistencial de las personas que necesitan la atención y cuidados que se prestan en este nivel asistencial que lleva muchos años muy deteriorado y que ahora se encuentra en una situación “límite”.
Una situación que el Gobierno y las comunidades autónomas han reconocido y que se han comprometido a solucionar con la aprobación del
Plan de Accion de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, una estrategia de actuación general que Satse teme que se quede en “papel mojado” como ha ocurrido con otros documentos con objetivos similares en años anteriores.
Hasta la fecha, y pese a la situación sufrida a raíz de la pandemia del Covid-19, las mejoras para este nivel asistencial no han llegado y, por ello, Satse ha decidido
impulsar movilizaciones a partir del próximo mes de febrero para que las enfermeras y enfermeros alcen su voz en defensa de nuestro sistema sanitario y la atención y cuidados que se prestan a pacientes y ciudadanos y para exigir unas dignas condiciones laborales y profesionales.
Medidas destinadas al refuerzo de Atención Primaria
Entre otras medidas que Satse considera prioritarias está que las diferentes comunidades autónomas destinen, dentro de su presupuesto sanitario, el 25 por ciento, al menos, a la
Atención Primaria; acabar con la precariedad y temporalidad laboral; propiciar una mayor coordinación de Atención Primaria con la Atención Especializada y de la dotación de recursos y medios básicos de diagnóstico (RX, EKG, ECO…), así como una mejor planificación de la atención a crónicos, pluripatológicos y personas dependientes.
En lo que respecta a las enfermeras y enfermeros, el Sindicato exige garantizar una
asignación máxima de pacientes por cada enfermera/o que no exceda, en todo caso, de las 1.300 personas (en la actualidad, se llega hasta las 2.500 personas). También reclama el desarrollo e implementación de nuevas competencias para las enfermeras y enfermeros y que puedan optar a la dirección de centros de salud sin ningún tipo de obstáculo o impedimento legal.
Otras demandas del Sindicato sobre Atención Primaria son potenciar la realización de programas de atención a la cronicidad, garantizar la atención a la mujer en todas las etapas de su vida, con la presencia de, al menos, una matrona en cada centro de salud, y propiciar el desarrollo de la prescripción enfermera, a través de las guías y protocolos necesarios.
El Sindicato de Enfermería reitera que las deficiencias en Atención Primaria provocadas por la "lamentable" planificación y organización de sus gestores, están conllevando también que las enfermeras y enfermeros, los únicos profesionales que han mantenido, además, la atención presencial desde el inicio de la pandemia, sufran más
agresiones verbales y físicas por la sensación generalizada de frustración y crispación existente en el conjunto de la ciudadanía.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.