Más del 10 por ciento de las enfermeras dejó su puesto de trabajo cada año en el sistema público de salud británico (NHS) durante los últimos tres ejercicios. Esta cifra es suficiente para dotar al personal de más de veinte hospitales.
La información ha sido recopilada por la BBC en base a datos ofrecidos por el servicio digital de NHS. Una de las conclusiones de la información es que hay más profesionales que abandonan el sistema sanitario británico que aquellos que empiezan a trabajar en él.
En total, más de 33.000 enfermeras dejaron su puesto de trabajo en el NHS en 2017, una situación que ha añadido presión a la actual crisis de personal y financiación que sufre todo el sistema.
Concretamente, la cifra de enfermeras comunitarias que abandonaron su empleo en el NHS se triplicó desde 2012-2013, hasta sumar casi 4.000 en 2017. Únicamente 2.800 profesionales de ese sector comenzaron a trabajar para el sistema sanitario público británico el pasado año.
Crisis sin precedentes
La jefa de enfermería del Royal College, Janet Davies, ha tildó la situación en la que se encuentra la sanidad británica de "peligrosa espiral", aunque desde la dirección del NHS se ha insistido en que se trata de un problema que ya ha sido atajado.
La información divulgada no revela dónde fueron a parar esas profesionales, si bien la cadena de televisión británica averiguó que muchas de ellas se trasladaron a otros empleos en el sector privado, como agencias, compañías farmacéuticas y hospitales.
Desde que se votó la salida de Reino Unido de la Unión Europea han surgido muchas dudas del estatus en el que quedaron los profesionales sanitarios en aquel país. Una tendencia que se ha mantenido en los últimos dos años y que puede suponer la quiebra de un sistema sanitario ya atenazado por su situación económica y la crisis del sector.
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