Reino Unido, tradicional país receptor de profesionales de la Enfermería españoles, ha decidido endurecer los requisitos para acceder a un puesto de trabajo en su sistema sanitario, y no por falta de confianza en el trabajo de los profesionales extranjeros, si no por un problema con el idioma.
Si hasta hace unos meses sólo los enfermeros que procedieran de países de fuera de la Unión Europea tenían que demostrar con un exámen que tenían los suficientes conocimientos de inglés, ahora, el Consejo de Enfermería y Comadronas (NMC), exigirá que también las enfermeras de países comunitarios lo hagan. Así, cualquier enfermera que no sea capaz de demostrar que tiene el conocimiento suficiente de la lengua inglesa no podrá acceder a un puesto de trabajo en el país.
Jackie Smith, directora ejecutiva del NMC ha anunciado que “todas las enfermeras y comadronas de fuera de Reino Unido tendrán que demostrar que se pueden comunicar a un alto nivel de inglés”. Según ha anunciado, los solicitantes de un nuevo puesto de trabajo tendrán que pasar un examen que incluye una prueba de inglés escrito, escuchado, leído y hablado.
“La habilidad para comunicarse de manera eficaz con los pacientes es fundamental para su seguridad y un principio capital de nuestro código profesional”, ha señalado Smith.
Este cambio viene precedido por el caso de un paciente que murió en el año 2008 al equivocarse un doctor alemán, Daniel Ubani, administrándole un calmante. Al ser un ciudadano de la UE, Ubani no tuvo que someterse a ningún tipo de prueba especial para demostrar su conocimiento del idioma. Desde entonces, todos los médicos extranjeros que ingresan en el sistema público inglés deben hacer una prueba, algo que se replicará ahora en Enfermería.
Se sigue necesitando personal extranjero
Asimismo, si cualquier autoridad pertinente notifica que un profesional que ya tiene un puesto de trabajo en Reino Unido no llega al nivel, éste podrá ser investigado para que cumpla la nueva regla. Y es que, el Reino Unido cuenta con cerca de 66.000 enfermeros de países extracomunitarios y 33.000 procedentes de la Unión Europea, de los casi 700.000 enfermeros que conforman su plantilla.
Pese al endurecimiento del requisito lingüístico, el país ha anunciado que sigue necesitando profesionales de Enfermería. El pasado mes de octubre el gobierno levantó temporalmente las restricciones para reclutar enfermeros de fuera de la Unión Europea añadiendo a la Enfermería a la lista de las profesiones con carencia de trabajadores. Esta medida supuso en la práctica que los enfermeros extracomunitarios tenían prioridad en la contratación.
Según el Departamento de Salud, este movimiento se diseñó para aliviar la presión que sufría el sistema público sin necesidad de dejarlo en manos de empleados de Empresas de Trabajo Temporal (ETT), que cuestan más dinero a las arcas públicas, y atrayendo no sólo a enfermeros de fuera de la UE, sino también comunitarios. Una noticia que sin duda beneficia a todos los profesionales extranjeros que quieran buscar una nueva oportunidad en el país y que, por supuesto, dominen la lengua de Shakespeare.
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