El
Sindicato de Enfermería (Satse) reforzará e intensificará su estrategia de presión política e institucional, tras el periodo estival, al ser consciente de que se inicia un nuevo curso político “decisivo” para el futuro de la sanidad y sus profesionales, según apunta. Inversión pública, seguridad del paciente, jubilación anticipada, Grupo A, agresiones y temporalidad serán los
grandes ejes de actuación de la organización sindical en los próximos meses.
Satse señala que encara el nuevo curso político y parlamentario, que se iniciará en los próximos días, con el convencimiento de que el conjunto de administraciones públicas y partidos políticos son ya muy conscientes de la fuerza, cohesión y unidad del colectivo enfermero, tras las numerosas
movilizaciones y acciones reivindicativas realizadas a lo largo del primer semestre del año.
Por ello,
"y sin descartar emprender nuevas movilizaciones", incluso con otros colectivos profesionales sanitarios y de otros ámbitos, como el educativo, Satse exigirá actuaciones reales y efectivas que den respuesta a los
compromisos adquiridos en lo peor de la pandemia del Covid-19 por los poderes públicos y políticos y que “aún duermen el sueño de los justos”.
El Sindicato de Enfermería considera, además, que, dada la cercanía de las elecciones municipales, autonómicas y nacionales, los partidos políticos se mostrarán más interesados en conocer de primera mano las demandas de mejora de nuestro sistema sanitario, una vez que, según señalaba el último barómetro del CIS, la sanidad ha vuelto a situarse entre las
principales preocupaciones de los españoles.
Incremento del presupuesto en Sanidad
Cambiar la actual política de infrafinanciación de la sanidad pública será una de las principales prioridades para Satse , que exigirá, tanto al Gobierno estatal como a los de las comunidades autónomas, que en sus próximos presupuestos
incrementen su inversión para poder contar con los recursos y medios necesarios (instalaciones, equipos, camas, personal…). “El objetivo es fortalecer nuestra sanidad pública y evitar que continúe cierto grado de insatisfacción en la ciudadanía que, sin duda, impulsa el crecimiento de la sanidad privada”, agrega.
De igual manera, la organización sindical redoblará su presión a los partidos, especialmente al PSOE, para que acabe el supuesto
bloqueo a la Ley de Seguridad del Paciente en el Congreso de los Diputados. “A sus señorías debería sonrojarles que lleven
dos años y ochos meses bloqueando una norma que solo pretende mejorar la seguridad y calidad asistencial en el conjunto del Estado”, apunta.
Jubilación anticipada voluntaria para Enfermería
Lograr la
jubilación anticipada voluntaria, sin merma económica, para las enfermeras y enfermeros será otro de los grandes ejes de actuación de Satse en el nuevo curso político con el objetivo de que, tanto los profesionales como los pacientes, se vean beneficiados por un derecho del que ya disfrutan desde hace muchos años otras profesiones cuyas condiciones de trabajo son también especialmente penosas, tóxicas y peligrosas.
Otra
“asignatura pendiente” del Gobierno es posibilitar la reforma legal necesaria para que las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se incluyan en el
Grupo A, sin subgrupos, dentro de la administración pública, y, de esta forma, posibilitar su desarrollo profesional sin las barreras y obstáculos que aún sufren sin razón ni justificación alguna.
Asimismo, Satse explica que estará muy vigilante para que las convocatorias de procesos selectivos pendientes para
reducir la temporalidad entre los profesionales de nuestro país se desarrollen, no solo en tiempo y forma, sino de manera ágil, justa y equitativa para que las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas que sufren este problema puedan finalmente tener una condiciones laborales "dignas y estables".
El último de los grandes ejes de actuación será lograr que se apruebe la
Ley estatal contra las agresiones a los profesionales sanitarios, que ya se encuentra en el Congreso de los Diputados, como proposición de Ley impulsada por el PP, y, de esta forma, garantizar una respuesta conjunta, coordinada y eficaz de todas las administraciones contra este
problema que afecta especialmente a las enfermeras y enfermeros.
“Nos jugamos el presente y futuro de la salud, bienestar integral y calidad de vida de mas de 47 millones de personas y no hay tiempo que perder, ni más tiempo de descuento, para unos responsables públicos y políticos que deben demostrar que, por encima de intereses políticos y partidistas, buscan garantizar y proteger a nuestra sanidad pública, así como a las actuales y nuevas generaciones ofrecerles sin reservas una atención sanitaria y cuidados acordes a sus necesidades”, concluye.
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