Las especialidades enfermeras aumentan plazas cada convocatoria y copan la conversación con la
creación de nuevos EIR, como el de Urgencias y Emergencias. Pero todos esos pasos en firme por el desarrollo de la especialización para estas profesionales 'cae en saco roto' una vez las enfermeras se incorporan al mundo laboral. La
falta de plazas en los hospitales y centros de salud y de bolsas específicas de trabajo hace que muchas veces no tengan acceso a puestos acordes a su formación, o tengan que ejercer esas funciones con un contrato de enfermera generalista.
Según el avance del
estudio SEYRE, realizado por Enrique Caña Benítez, enfermero especialista den Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC); Francisco Miguel Doña López, también especialista en EFyC, y Guillermo Vera, presidente de la Asociación EIR y R2 de EFyC,
la mayoría de enfermeras especialistas no tienen acceso a contratos acordes a su formación. Una situación que se repite en las cinco especialidades enfermeras activas en la actualidad. Tomando los porcentajes aportados por el estudio, alrededor del 60 por ciento de profesionales con el EIR trabajan en su campo de actuación, pero sin el contrato adecuado.
Enfermeras de Familia con contrato generalista
En el caso de las
enfermeras especializadas en EFyC, el estudio asegura que solo un 14,2 por ciento del total trabajan, o han trabajado, en Atención Primeria con contrato de especialistas. Ampliar el porcentaje a las profesionales que han trabajo en el pasado “amplía la horquilla de resultados”, aseguran en el estudio.
Un 64,7 por ciento de las encuestadas "ha conseguido trabajar" en su área de especialidad, pero con contrato generalista. Además, un 17,3 por ciento no ha conseguido plaza en el campo ya sea con un tipo de contrato y otro.
En el caso de la especialidad de
Enfermería Geriátrica y Gerontológica, el primer apunte que hacen desde el estudio es que cuentan con una muestra pequeña, por lo que los resultados "deben ser leídos con precaución". Aun así, los resultados recopilados por los tres enfermeros indican que
el 83,3 por ciento de las especialistas en Enfermería Geriátrica han trabajado en el ámbito para el que se han formado, pero con un contrato generalista. Solo un 16,7 por ciento ha tenido un contrato acorde con su formación profesional. Y hacen un apunte, el suplemento salarial que conlleva este contrato, "es considerado insuficiente por el cien por cien de entrevistadas". Asimismo, el estudio refleja que acabar la residencia,
al 75 por ciento de las especialistas no se les ofertó ningún puesto de trabajo relacionado con la especialidad, y del 25 por ciento al que sí se le ofertó, este contrato duró menos de seis meses en todas ellas.
Matronas, las enfermeras con mejor contrato
La especialidad de
Enfermería Obstétrico Ginecológica tiene una situación mejor que el resto de especialidades. Según el estudio SEYRE, el
62,5 por ciento de las matronas trabajan o han trabajado con un contrato de especialista y, en total, un 21,9 por ciento de las especialistas encuestadas no ha podido trabajar como matrona desde que terminó la residencia.
En el caso de la
Enfermería Pediátrica, un 15,4 por ciento no ha podido trabajar en un Servicio de su especialidad, y solo el 17,3 por ciento ha conseguido trabajar con contrato de especialista en un Servicio de Pediatría. En este caso, el
67,3 por ciento de las especialistas trabajan en un área relacionada con su especialidad, pero con un contrato de generalista.
Enfermería de Salud mental con mejor futuro
Las enfermeras especialistas en
Salud Mental son un grupo de EIR con mejor salida. En total, un
78,4 por ciento de estas especialistas trabajan en un servicio de Salud Mental. De estas, el estudio comenta que casi dos tercios de este porcentaje tienen contrato de especialista, lo que supondría cerca del 52 por ciento sí trabaja en las condiciones adecuadas.
Por último,
Enfermería del Trabajo es la otra especialidad sobre la que los enfermeros indican que hay “una menor muestra de encuestadas”. Los datos proporcionados reflejan que
solo un 18,2 por ciento trabaja con un contrato de especialista, y otro 18,2 por ciento trabaja siendo especialista, pero con un contrato de generalista. Esto supone que 54,5 por ciento no puede ejercer en el campo para el que se ha formado.
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