Más de
20.000 enfermeras se han dirigido por escrito al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones,
José Luis Escrivá, para reclamarle que el Gobierno posibilite que puedan
jubilarse de manera anticipada, si así lo desean, porque las penosas y peligrosas condiciones laborales que sufren durante más de 40 años afectan negativamente, tanto a su salud como a la atención y cuidados que prestan a más de 47 millones de personas.
El envío masivo de
escritos individuales por parte de enfermeras y enfermeros de las diferentes comunidades autónomas solicitando al Gobierno la
jubilación anticipada voluntaria ha sido promovido por el
Sindicato de Enfermería (Satse) dentro de la estrategia general de acciones que viene realizando desde antes de la pandemia para lograr un objetivo que resulta prioritario para la organización sindical.
Los más de 20.000 profesionales han trasladado en primera persona al ministro las distintas razones que les llevan a solicitar que el Gobierno aplique un
coeficiente reductor para su jubilación, y le recuerdan que así ya se ha hecho con otros colectivos profesionales, en virtud de la Ley General de la Seguridad Social que prevé que la edad mínima exigida para tener derecho a jubilación pueda ser rebajada en aquellas actividades que sean de naturaleza excepcionalmente
penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y acusen elevados índices de
morbilidad y mortalidad.
En este sentido, los profesionales destacan en sus escritos que trabajan en unidades donde se exige una continuidad de cuidados que los lleva a realizar una
labor ininterrumpida de 24 horas al día, durante todos los días del año, y, en muchos casos, a lo largo de toda su vida laboral, la cual llega a prolongarse durante
más de 40 años, realizando, además, trabajo a turnos.
Una realidad que, según numerosos estudios científicos internacionales y nacionales,
afecta a su rendimiento y produce alteraciones en el equilibrio biológico, teniendo "efectos muy negativos sobre su salud, tanto física como mental", además de dificultar enormemente la conciliación de su vida laboral, personal y familiar, según ha apuntado el sindicato.
Las enfermeras alertan del desgaste físico y emocional
Asimismo, su salud se ve alterada por el
alto nivel de responsabilidad al que se enfrentan a diario y también por la sobrecarga y tensión laboral a la que se ven sometidos al no haber plantillas suficientes. Todo ello provoca un notable
"desgaste físico, psíquico y emocional" que dificulta seriamente el grado de alerta y vigilancia permanente que les exige su actividad asistencial.
Otro aspecto que remarcan en sus escritos al Ministerio es que están en
contacto permanente con el dolor, el sufrimiento, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte, lo que, indudablemente, conlleva un aumento del desgaste psíquico y
pone en riesgo su salud emocional. Por último, detallan también otro tipo de riesgos para su salud, como son los biológicos, físicos, químicos o ergonómicos.
Satse reitera que acceder a la jubilación anticipada mejora la atención a pacientes y ciudadanos y al sistema sanitario en su conjunto, dado que los enfermeros y enfermeras, por la naturaleza de su trabajo y la complejidad del mismo, necesitan una pericia y habilidades específicas, así como un estado de
"permanente alerta y vigilancia" que se ve afectado a causa de la evolución cronológica natural de las personas.
El Sindicato de Enfermería adelanta que irá reforzando progresivamente en los próximos meses su estrategia de actuación general en demanda de la jubilación anticipada. Además de continuar con el
envío de escritos de enfermeras al Ministerio y con la distribución de cartelería en los centros sanitarios y sociosanitarios, se realizarán, entre otras
acciones, sucesivas jornadas en los hospitales para abordar con los profesionales este asunto que resulta esencial para nuestro sistema sanitario.
Por último, desde la organización sindical se sigue animando a las enfermeras y enfermeros de nuestro país a que acudan a sus respectivas secciones sindicales para
solicitar su jubilación anticipada voluntaria.
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