Los sanitarios no son inmunes al duelo. El fallecimiento de un paciente genera un efecto negativo entre los profesionales que estuvieron cerca, por lo que también necesitan de herramientas emotivas para afrontar el duelo, la frustración y la tristeza que supone la pérdida de alguno de sus pacientes. Así se ha explicado en el simposio ‘Compromiso enfermero en el final de la vida’ del Congreso Internacional de Enfermería, que se celebra en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona.
El programa de apoyo ha empezado a diseñar su proyecto piloto para implantarse en Barcelona con la voluntad de ampliarse progresivamente en varias organizaciones. “Los profesionales de la salud, aunque están en contacto con el dolor y la pérdida, no están exentos del duelo que supone la muerte de un paciente”, ha explicado el director de desarrollo corporativo de Mémora, Josep París.
La iniciativa propone un apoyo integral con varios servicios dirigidos al profesional: un teléfono de atención psicológica con cobertura las 24 horas al día, el acceso a la red social Duelia, especializada en duelo, que cuenta con grupos de apoyo virtuales, videoteca, información, bibliografía especializada y blogs de profesionales expertos en el proceso de final de vida, formación, y atención psicológica presencial.
En el caso de la formación, se ponen a disposición de los sanitarios varias sesiones presenciales y online para ayudar a afrontar el duelo y sobre gestión de las emociones y la posibilidad, en el ámbito de la atención psicológica presencial, de participar en grupos de reflexión entre profesionales, grupos de duelo y apoyo psicológico individualizado, si se requiere.
Sin embargo, no solo se ofrece a los profesionales sanitarios, sino también a los estudiantes, ya que afrontar la muerte y las pérdidas es uno de los eventos más estresantes durante la práctica clínica y, por ello, puede influir en el trato con el paciente y aumentar el riesgo de desgaste emocional”, según varios estudios realizados sobre la atención al final de la vida.
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