La demanda de empleo enfermero en el Reino Unido ha caído en un 96 por ciento con respecto al año pasado. Así lo demuestran los datos de The Health Foundation, una organización sin ánimo de lucro vinculada al sector sanitario británico. La caída viene siendo habitual desde el verano pasado: en julio se produjeron 1.304 registros de empleo en el Consejo de Enfermería y Obstetricia (NMC) del Reino Unido y en septiembre, 344. Sin embargo, el descenso anual ha sido más pronunciado, ya que en abril de 2017 solo 46 enfermeras solicitaron empleo en el Reino Unido.
Según Anita Charlesworth, directora de Investigación y Economía en la Health Foundation, “la contratación es uno de los mayores retos de la sanidad y la asistencia social, con un déficit de 30.000 enfermeras únicamente en Inglaterra”. Y es que desde 2008 especialmente, el Reino Unido ha incorporado a su sistema nacional de salud profesionales de la Enfermería de otros países del Reino Unido. En este sentido, la caída de las solicitudes de empleo señala “la necesidad de un planteamiento más a largo plazo de los recursos humanos”.
¿Culpa del Brexit?
Charlesworth considera que el déficit de personal “no es culpa del Brexit”. Para la directiva, se trata “del resultado de años de un planteamiento a corto plazo y de los recortes en plazas de formación”. En definitiva, “un abordaje a largo plazo es desesperadamente necesario”.
Por otra parte, el NMC afirma que la exigencia de un examen de inglés para enfermeros de otros países de la Unión Europea puede estar detrás de este descenso. Así lo confirma también el Consejo General de Enfermería a Redacción Médica.
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