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Las jubilaciones dejarán a 5 regiones al borde del 'desierto enfermero'

Algunas regiones perderán más del 20 por ciento de sus colegiadas tras la salida de las sanitarias de más de 55 años

Las regiones más afectadas son las rurales y las que cuentan con una ubicación comprometida.

03 feb 2025. 14.20H
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España necesita enfermeras. El país se encuentra entre los que cuentan con una de las peores ratios de profesionales por cada 100.000 habitantes de Europa. Una situación que podría empeorar en los próximos años con la jubilación prevista de casi 50.000 sanitarias, lo que equivale al 18 por ciento del número de colegiadas en el país. Una proporción más o menos similar en buena parte de la geografía estatal, pese a que hay comunidades autónomas que afrontarían un impacto mayor en su infraestructura asistencial.

Los territorios más afectados por la retirada del mundo laboral de las enfermeras de mayor edad son las ciudades autónomas. Ceuta y Melilla perderán a dos de cada diez de sus colegiadas entre 2023 y 2033. En concreto, la primera se quedaría sin el 25 por ciento de sus actuales profesionales, al jubilarse 165 de las 635 inscritas en su colegio oficial. La segunda renunciaría al 21 por ciento, un total de 134 de las 631 sanitarias registradas en su institución de Enfermería.

Motivo por el que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) -encargado de la gestión de las tareas asistenciales en los enclaves norteafricanos- se afana en el envío de enfermeras a los centros ceutíes y melillenses. Es más, sendas ciudades están consideradas zonas de difícil cobertura, dada su ubicación geográfica.

Ceuta y Melilla perderán a dos de cada diez colegiadas con las jubilaciones de la próxima década


Sin embargo, no son las únicas por encima del 20 por ciento en la proporción futuras jubiladas-colegiadas. Y es que dos de cada diez sanitarias en Castilla y León -3.628-, La Rioja -406- y Navarra -1.208- cuentan con más de 55 años, según datos extraídos del Instituto Nacional de Estadística. De esta manera, la escasez de este perfil del campo de la salud se haría más notoria todavía, si no se encuentra una estrategia adecuada para retener a este grupo en sus respectivos sistemas de Atención Primaria y Hospitalaria.

Las mencionadas comunidades autónomas son las más afectadas por la ola de jubilaciones de la siguiente década. Tres regiones que comparten un marcado carácter rural. Precisamente, la previsible falta de profesionales se cebaría con los centros de salud de
municipios de pequeño tamaño
, en los que las dificultades para la contratación de plantilla se han convertido en endémicas.


Comunidades autónomas alrededor de la media nacional


Más allá de las mencionadas, tan solo Extremadura y Asturias sobrepasan la proporción del 18 por ciento marcada para el conjunto de España. Así, ambas regiones perderían al 19 por ciento de sus colegiadas en diez años, lo que se traduce en 1.700 sanitarias que dejarían de prestar servicio en sus niveles asistenciales en la primera y 1.530 en el caso del territorio del norte de la península ibérica.

El resto de comunidades autónomas se encuentran cerca del porcentaje estatal. Varias se despedirán del 17 por ciento de sus profesionales de Enfermería: Andalucía -9.332-, Aragón -1.670- y País Vasco -3.322- Algo menor es el porcentaje de colegiadas cerca de la jubilación en Castilla-La Mancha -2.116- y Galicia -2.196-, donde las retiradas laborales por edad afectarán al 16 por ciento de las empleadas registradas en sus colegios oficiales.

Comunidad Valenciana, Canarias, Baleares y Murcia son las comunidades autónomas menos afectadas por la ola de jubilaciones


La salida de las enfermeras de más de 55 años preocupa algo menos en comunidades principalmente urbanas, en las que la media de edad de las colegiadas es menor. Así, Madrid y Cataluña se quedarían sin el 13 por ciento de sus colegiadas, 7.232 y 8.045, respectivamente. Una proporción algo menor, la cual comparten con Cantabria, donde en la próxima década dirán adiós a su empleo 711 sanitarias.

Las comunidades autónomas con un crecimiento demográfico positivo son las que menos notarían 'a priori' las jubilaciones. La menor edad media observada en su pirámide poblacional se traslada también a sus plantillas profesionales. Así, Baleares y Murcia renunciarían al 11 por ciento de sus colegiadas, 820 y 845, respectivamente. Canarias tan solo al 10 por ciento, un total de 1.741. El menor impacto se anotaría en la Comunidad Valenciana, en la que se retirarán 2.947, únicamente el 9 por ciento de sus enfermeras.


Escasez generalizada de profesionales


Pese a los diferentes porcentajes, el Consejo General de Enfermería (CGE) puntualiza que el escenario es preocupante en toda España. Y es que, independientemente de la proporción de trabajadoras que se jubilen, todos los servicios de salud se verán afectados por un incremento de la sobrecarga de trabajo, derivada del envejecimiento progresivo de la población y por ende del aumento de la cronicidad.

Por ello, el organismo colegial ha pedido medidas que den respuesta a este escenario que golpeará al Sistema Nacional de Salud (SNS) en pocos años. Entre estas, fórmulas para la retención de talento sanitario, con las que evitar la migración de miles de enfermeras cada año hacia destinos en el norte y centro de Europa. Por ejemplo, a través de la mejora de las condiciones laborales -subida al nivel A1 e incremento salarial- y una mayor oferta formativa. Desde la institución han remarcado el refuerzo de la vía EIR.

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