No todas las enfermeras se ‘queman’ igual. Las profesionales sanitarias que trabajan en las unidades médicas y quirúrgicas son más propensas a padecer altos niveles del
efecto ‘burnout’, en comparación con aquellas presentes en las unidades de cuidados críticos, según el estudio
‘Entorno laboral, satisfacción y burnout de las enfermeras de unidades de cuidados críticos y unidades de hospitalización’, elaborado por el Hospital Universitario Vall d’Hebron y la Universidad Autónoma de Barcelona.
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Tabla comparativa de los enfermeros entre las unidades.
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La investigación, realizada a través de
6.417 encuestas por las diversas unidades, apunta que los profesionales de la enfermería de unidades médicas y quirúrgicas registraron un nivel alto de ‘burnout’ del 23 por ciento, superando al 18 por ciento registrado por sus compañeros de las unidades de cuidados críticos. En cuanto al
agotamiento emocional, la tendencia se repite con un 28 por ciento en las áreas médico-quirúrgicas contra un 19 por ciento en las críticas. Sin embargo, no son las únicas diferencias reveladas.
El estudio precisa que los enfermeros de unidades médicas y quirúrgicas sienten, en un 23 por ciento, una
sensación de despersonalización, una tasa que desciende hasta el 17 por ciento para aquellos que realizan sus funciones en unidades de cuidados críticos. En este sentido, el único elemento que invierte la balanza es la percepción del
agotamiento personal de alto nivel, donde el 39 por ciento pertenece a cuidados críticos frente al 34 por ciento de unidades médico-quirúrgicas.
De cara a la satisfacción laboral, la investigación agrega que “el 66 por ciento de las que trabajaban en unidades médicas y quirúrgicas, y el 70 por ciento en cuidados críticos aseguro estar ‘
moderadamente satisfecha’ o ‘muy satisfecha’ en el trabajo actual”. De ahí que las intenciones de abandonar el empleo se mantengan en el 27 y 25 por ciento, respectivamente. ¿La principal causa para tomar esta decisión?: las
pocas oportunidades de desarrollo profesional.
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