El posible
ascenso del colectivo enfermero a la categoría profesional A1 traería consigo, además del aumento de sueldo de las enfermeras y enfermeros, el poder adquirir algunas competencias con las que ahora mismo no cuentan, como la capacidad para ser directoras de un centro de salud. Algo que desde el
ámbito de gestión médico ven como una oportunidad para desligar la categoría profesional con la capacidad de gestión de los sanitarios.
José Soto, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), recuerda en
Redacción Médica que en la actualidad hay
enfermeras que ocupan la gerencia de un hospital. "Se me ocurre, en la actualidad,
Soledad Gallardo, que es
enfermera y directora gerente del Hospital Universitario Son Llàtzer", pone de ejemplo y hace hincapié en que "ha habido más gerentes enfermeras".
"¿Esto significa que
una enfermera puede ser gerente de un centro como el Hospital Universitario La Paz, o el Clínico San Carlos, pero no de un centro de salud?", se pregunta el presidente que incide en que "no tiene mucho que ver la función directiva de un profesional con el grupo al que se pertenezca".
Capacidad de gestión más allá del A plus
Una de las peticiones de los médicos, en caso de que las enfermeras eleven su categoría profesional, es la creación de una categoría nueva denominada A plus, que englobara a estos profesionales. Desde SEDISA, de esta manera, no relacionan que funciones como la dirección de un centro de salud tengan que ir
ligadas a ese A plus y deja la puerta más abierta a que otros profesionales sanitarios puedan llegar a puestos de alto nivel dentro de la gestión sanitaria.
Aunque en el ámbito de la gestión no consideran muchas esclusas, José Soto comenta que, en caso de que las enfermeras se eleven de categoría profesional, es importante "mantengan sus funciones asignadas". El presidente de SEDISA habla sobre que la reclasificación supondría que, a efectos económicos, las
enfermeras y médicos tengan el mismo sueldo base, pero en el campo de las funciones "no deberían asignarse competencias médicas a las enfermeras".
Mantener competencias profesionales
De esta manera, Soto defiende que cada profesión tiene una parcela de conocimiento y trabajo, y que es relevante que eso "no cambie". "Al final las enfermeras tienen unas
funciones centradas en los cuidados y seguimiento de los indicadores, y esto no tiene que verse afectado por un cambio te categoría", hace hincapié. Además, Soto recuerda que, aunque el sueldo base fuera el mismo, ambas profesiones contarían con complementos salariales centrados en cada grupo.
La reivindicación enfermera para la c
onsecución de la categoría profesional A1 se ha reavivado por la petición 'formal' por parte de Cataluña de esta reclasificación, ligada a la
huelga enfermera que se mantiene vigente en la comunidad autónoma. Este paso es una 'punta de lanza' para la Enfermería que ha 'tocado' diferentes maneras de alcanzar esta categoría, como por ejemplo a través de la reforma del Estatuto Marco o la vía judicial. Por el momento, parece que la
vía de las autonomías tendrá que esperar pues, como ha informado este medio, en el primer Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns) de esta legislatura varios territorios han transmitido que "no es el momento" de tratar esta petición.
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