La ONG del Consejo General de Enfermería, Enfermeras para el Mundo, no dudó en llevar a cabo una importante campaña de recaudación de fondos y búsqueda de financiadores a raíz del terremoto de 7.8 grados en la Escala de Richter que destruyó la costa oeste de Ecuador el año pasado.
A través de ese plan, llevado a cabo en la provincia de Manabí, un centenar de familias monomarentales ha tenido acceso a una vivienda segura. Además, 50 familias han mejorado su calidad de vida en mejorar las condiciones de acceso al agua y se les ha provisto de equipamientos como lavabos y letrinas, que garantizan la higiene y la salubridad.
La ayuda de Enfermeras Para el Mundo también ha hecho una labor muy importante en cuanto a las personas. Un millar de ecuatorianos, de los que el 70% son mujeres, ha fortalecido su capacidad de resiliencia para superar el trauma que provocó el terremoto. Un grupo de 13 enfermeras y una trabajadora social viajaron hasta el lugar para colaborar en la creación de la Fundación Santa Marta. El objetivo de la fundación es llevar a cabo acciones de educación para la salud y sensibilización de la población.
Ante el éxito de estos resultados, Encarna Pinto, directora de Enfermeras Para el Mundo agradece el “apoyo recibido tanto de personas anónimas como de organismos oficiales y privados que nos ha permitido contribuir a paliar el sufrimiento y las pérdidas de miles de familias”.
Reconstruir Ecuador
El terremoto del 16 de abril de 2016 se cobró la vida de más de 700 personas. Además, viviendas, centros de salud, postes eléctricos, carreteras y el abastecimiento de agua quedaron destruidos por el sismo de 7.8 grados.
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