Algunas de las patronales autonómicas del ámbito de la salud han dado ya un espaldarazo al Ministerio de Universidades en su proyecto para desarrollar la nueva enseñanza de
Formación Profesional sociosanitaria que mantiene dividido al sector de la salud. A pesar de las críticas que ha despertado la iniciativa entre los enfermeros, la
Associació Catalana d'Entitats de Salut (ACES) y la patronal de
clínicas privadas de Euskadi (Aesane) coinciden en que permitirá reducir su volumen de trabajo.
“El objetivo es
liberar al personal de enfermería de tareas burocráticas y de baja complejidad para enfocarse en tareas asistenciales que mejoren la atención y la calidad asistencial”, han argumentado fuentes de ACES a
Redacción Médica.
ACES ha explicado que la puesta en marcha de la nueva FP permitirá
“repartir algunas de las funciones y tareas no asistenciales” que actualmente están realizando las enfermeras, pero que consideran que se pueden delegar en otras categorías profesionales como los
Técnicos de Cuidados de Auxiliar de Enfermería (TCAE) o el personal administrativo.
La patronal catalana ya había manifestado anteriormente su visto bueno al lanzamiento de esta nueva enseñanza como una apuesta por
optimizar los recursos y lograr una gestión más eficiente del tiempo. Según su parecer,
se reducirán algunas de las cargas administrativas a las que están sometidos los enfermeros en su día a día.
En la misma línea se han manifestado en País Vasco. Aesane también apuesta por esta fórmula para reorganizar mejor las funciones de cada perfil. "Habría más capacidades de organización funcional de las personas
y habría temas que podrían hacer los auxiliares de Enfermería y darían pie a que las enfermeras pudieran hacer otras cosas que no están haciendo ahora y que habría que darles
competencias", han explicado a este periódico.
La FP sociosanitaria divide al sector sanitario
El espaldarazo de ACES y de Aesane ha dividido todavía más las posturas en el debate abierto por la creación de esta nueva FP.
Las residencias de la tercera edad también ven con buenos ojos la nueva enseñanza, ya que consideran que será útil para cubrir sus necesidades. Sin embargo, las
organizaciones de familiares de los usuarios han mostrado su malestar con el proyecto del Gobierno porque creen que persigue abaratar los costes de la atención de los mayores.
También se han posicionado en contra desde la profesión de enfermería. El sindicato
Satse ya ha presentado alegaciones en la fase de consulta pública contra el nuevo título. A su juicio, facilitará la contratación de
trabajadores con una menor cualificación para sus puestos, lo que puede repercutir de forma negativa tanto en la atención como los cuidados que reciben los pacientes.
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