El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha subrayado que es
absolutamente incomprensible que la
Ley de seguridad del paciente siga acumulando
más y más retrasos en su tramitación parlamentaria cuando más de 100 estudios científicos nacionales e internacionales acreditan que una asignación de pacientes por cada enfermera o enfermero que sobrepase los límites de seguridad pone en claro riesgo la salud y vida de las personas.
Transcurridos ya
seis meses desde su toma en consideración en el Pleno del Congreso de los Diputados con 312 votos a favor y solo 10 en contra, Satse no entiende que, semana tras semana, se siga
prorrogando el plazo de presentación de enmiendas parciales a una Ley sobre la que la mayoría de los partidos políticos han coincidido en reconocer que resulta muy necesaria para lograr que el conjunto de la ciudadanía recibe
una atención sanitaria más segura en cualquier parte de nuestro país.
Una norma que, explica el sindicato, llegó al Congreso de los Diputados con el
aval de más de un centenar de estudios científicos realizados en nuestro país y fuera de nuestras fronteras que constatan que, cuanto mayor es el número de pacientes asignados por cada enfermera o enfermero, mayores son las posibilidades de complicaciones y riesgos en el proceso asistencial e, incluso, fallecimientos.
Estudios científicos que concluyen, por ejemplo, que por cada paciente que se asigne a una enfermera o enfermero por encima de siete se
incrementa la mortalidad en un 4 por ciento, o que la falta de estos profesionales en los centros incrementa el riesgo de muerte en un 13 por ciento. En el mismo sentido, otro estudio señala que, cuando la dotación de pacientes por enfermero o enfermera en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) supera los 1,5, el riesgo de fallecimiento se incrementa en 3,5 veces.
En cuanto a las repercusiones en la morbilidad de los pacientes, otros estudios científicos señalan que una elevada asignación de pacientes por enfermera o enfermero conlleva un aumento sustancial de las infecciones en los pacientes, un incremento de la probabilidad de reingreso hospitalario y un
aumento en Atención Primaria del número de pacientes mal controlados mayores de 65 años, además de un incremento sustancial de los costes sanitarios y de las estancias en los centros.
El último ejemplo es el nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista
The Lancet que constata, en base a un estudio realizado en el Estado de Queensland (Australia) en el que se ha legislado en este aspecto, que en los hospitales con una ratio de
4 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y tarde, la tasa de mortalidad se ha reducido hasta un 7 por ciento en 30 días, las readmisiones en una semana también descendieron en un 7 por ciento y la duración de la estancia se acortó en un 3 por ciento.
Una realidad muy diferente a la existente en nuestro país, ya que una enfermera o enfermero puede llegar a tener una asignación de hasta 20-25 pacientes en un hospital, entre 1.800 y 2.000 ciudadanos en los centros de salud y hasta 150 y 200 residentes en los centros de mayores, denuncia Satse.
“Después de 15 prorrogas, pedimos a los distintos grupos políticos que prioricen la salud y seguridad de todas las personas y, tras la presentación y debate de las enmiendas parciales que consideren oportunas, aprueben una norma que nos convertirá
uno de los pocos países del mundo y el único en Europa en garantizar la seguridad del paciente de manera igualitaria, justa y eficaz”, concluye el Sindicato de Enfermería.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.