El
Sindicato de Enfermería (Satse) cree firmemente que la
jubilación anticipada de manera voluntaria es una “deuda” que tiene “pendiente” el Gobierno con los profesionales de Enfermería. Así lo ha reiterado
Manuel Cascos, presidente del sindicato enfermero, que ha presentado este miércoles la
nueva estrategia de actuación que desarrollará a nivel estatal para lograr la aprobación de este derecho laboral.
Para lograr este objetivo, la organización sindical mantendrá reuniones con responsables de Gobierno, partidos políticos y grupos de trabajo. Asimismo, ha asegurado Cascos, se impulsarán diferentes
iniciativas parlamentarias y se difundirá material informativo para involucrar a toda la ciudadanía. “Realizaremos actividad informativa en cada rincón del Estado”, ha defendido Cascos.
El presidente ha explicado que el
sistema de jubilación por coeficientes reductores que propone la organización
no implica una “sobrecarga adicional” del sistema público de pensiones ni tampoco de la Seguridad Social, ya que "prevé una cotización incrementada que se abonará durante toda la vida laboral" de cada profesional.
A este respecto, ha añadido que la posibilidad de acceder a la jubilación anticipada supondría una serie de mejoras para el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS), como la
contratación de nuevos profesionales o el rejuvenecimiento de las plantillas.
"La petición de jubilación anticipada de manera voluntaria no es nada nuevo", ha continuado, recordando que otros colectivos, como bomberos o profesionales turinos, "ya disfrutan" de este derecho al haberles aplicado un
coeficiente reductor de la edad de jubilación en virtud de la Ley General de Seguridad Social.
Condiciones laborales "duras y penosas" en Enfermería
Respecto a las condiciones laborales de las enfermeras, el presidente de Satse ha subrayado que son "especialmente duras y penosas a lo largo de toda su trayectoria profesional", ya que se ven sometidos a numerosos riesgos que son "intrínsecos" a su profesión y que influyen "de manera decisiva en su salud".
Entre otros, el presidente de la organización sindical ha subrayado los
riesgos de tipo psicosocial, remarcando el hecho de que todos los enfermeros y enfermeras tienen un contacto permanente con el sufrimiento, el dolor, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte, lo que supone una carga emocional muy importante que los acompaña a lo largo de toda su dilatada trayectoria profesional. También ha aludido a los
riesgos biológicos (contagios por cortes, inhalaciones, pinchazos…), químicos (medicamentos peligrosos, alergias a material…),
físicos y mecánicos (ruidos, iluminación, temperaturas, sobrecarga física, riesgos de caídas, radiaciones ionizantes…) o las
agresiones físicas y verbales
Por su parte, la secretaria general de Organización de Satse,
Laura Villaseñor, ha expresado que, en el caso de la profesión enfermera, que es ejercida en
más de un 85 por ciento por mujeres, existe "un importante componente de género". "La carga emocional que genera permanece invisible, como los cuidados. Esta invisibilidad provoca una
infravaloración de las profesionales", ha remarcado, agregando que la sociedad "no percibe la afectación psicológica, el estrés o el agotamiento emocional que provoca el contacto permanente con el sufrimiento humano".
Por ello, la secretaria general considera que
"no se están adoptando las medidas de compensación" que ayuden a proteger su salud, también en la última etapa de su vida laboral.
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