Han pasado tres años desde que el Gobierno permitiera a las enfermeras recuperar la
jornada laboral de 35 horas, apartada en 2012. Sin embargo, más de
105.000 enfermeras y enfermeros todavía no han podido volver a acogerse a este derecho.
En concreto, los profesionales enfermeros y fisioterapeutas de
Aragón, Baleares, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Madrid y Murcia aún sufren el recorte impuesto hace cerca ya de diez años con motivo de la crisis económica y siguen trabajando
37,5 horas a la semana, tal y como denuncia el Sindicato de Enfermería (Satse).
Esto, a ojos del organismo, es totalmente "injustificable" y supone "una clara situación de discriminación con respecto a sus compañeros y compañeras que prestan sus servicios en Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, País Vasco, Extremadura, La Rioja y Navarra donde hace ya tiempo se volvió a implantar la jornada de 35 horas a la semana. " "Les están imponiendo una inaceptable e incompresible discriminación laboral que representa un clara falta de respeto a su responsabilidad y dignidad profesional".
Aumento de plantillas con las 35h semanales
El Sindicato de Enfermería recalca que, una vez superado lo peor de la pandemia del Covid-19, ha llegado el momento para que las distintas administraciones sanitarias autonómicas cumplan sus compromisos de mejorar las condiciones laborales y profesionales de sus plantillas de enfermeras, y posibiliten que haya la misma jornada laboral en el conjunto del Estado.
"Si algo ha quedado totalmente demostrado durante la pandemia es la necesidad de reforzar las plantillas de Enfermería", remarcan, convencidos de que las 35 horas semanales conllevarían la generación de unos puestos de trabajo "que son más necesarios que nunca".
En este sentido, Satse recuerda que todos los servicios de salud sufren importantes listas de espera que han aumentado considerablemente durante la crisis sanitaria y que deben reducirse a través de una apuesta prioritaria por contar con los profesionales necesarios en todos los hospitales y centros de salud de cada comunidad autónoma.
El sindicato sigue trabajando y presionando a las diferentes administraciones sanitarias, a través de las mesas y órganos de negociación, para que otros derechos y avances laborales y profesionales se desarrollen de manera homogénea en el conjunto del Estado, caso, por ejemplo, del conocido como "solape de jornada" o la carrera profesional.
"No podemos permitir que se perpetúen en el tiempo evidentes y perjudiciales discriminaciones que llevan a tener los profesionales sanitarios de ‘primera o segunda categoría’ por el único motivo de trabajar para el servicio de salud de una comunidad autónoma o de otra", concluye.
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