El Consejo General de Enfermería (CGE) acoge durante dos días la
Cumbre de la Federación Europea de Asociaciones de Enfermeras (EFN por sus siglas en inglés), un encuentro al que asisten los máximos responsables de las Asociaciones Nacionales de Enfermeras de Europa y en el que han pactado las principales estrategias formativas a seguir para lograr retener el talento joven en la enfermería europea.
Durante la reunión, los más de
70 representantes de las asociaciones europeas también han debatido acerca de cuáles deben ser los próximos pasos para poner fin al déficit enfermero que azota Europa, parar el incremento de agresiones a enfermeras, especialmente a mujeres y dotar de una formación de calidad a los estudiantes de Enfermería para poner a esta profesión a la vanguardia de la sanidad mundial.
“En el ámbito de nuestro trabajo como líderes de la enfermería europea, siempre he tenido claro que, mediante el diálogo, el debate y las discusiones razonadas podemos aprender unos de otros,
compartir enfoque y experiencias, en una palabra, progresar. Progresar hacia un horizonte en el que no falten enfermeras, no nos cercenen ni menoscaben nuestras competencias y no nos pongan techos de cristal. Debemos estar juntos en todos los frentes para la defensa de los derechos, para mejorar el abordaje de la cronicidad en esta Europa envejecida, para que no se pierdan vocaciones y para que las enfermeras no sean las víctimas que se expongan al peligro sin protección en la próxima emergencia sanitaria”, ha explicado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE en su intervención.
Esta reunión aglutina a las
instituciones que existen en cada uno de los países comunitarios, quienes cuentan con la autoridad real para regular y decidir el futuro de esta profesión, plantear soluciones y ofrecer a las enfermeras un porvenir digno de acuerdo con sus competencias.
A lo largo de dos días de intenso trabajo, los altos representantes de la enfermería europea están tratando temas de vital importancia para el futuro de la sanidad del viejo continente, como son los retos y
consecuencias que supone no invertir en formación o la situación especialmente complicada en la que se encuentran muchos sistemas sanitarios, donde la falta de profesionales hace pender de un hilo la calidad asistencial del sistema. Hechos que, unidos a un aumento exponencial de las agresiones a enfermeras, representa un riesgo para prestar los cuidados que necesita la población y la atención a la cronicidad en una Europa cada vez más envejecida.
Fuga de cerebros
La enfermería europea asiste a una fuga de cerebros sin precedentes. Incapaces de retener el talento joven se enfrentan a sistemas sanitarios colapsados y
jóvenes que cada día están menos motivados a elegir la Enfermería como una salida profesional de provecho. “La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros deben darse cuenta de que tenemos un gran problema político entorno a este tema.
No pueden ignorar el colapso del sistema sanitario en todos los estados miembros. En esta Asamblea General necesitamos pactar estrategias que nos aseguren que nuestras enfermeras se quedan, y eso solo se puede hacer a través de un buen reclutamiento y una buena formación que les invite a trabajar en nuestros sistemas sanitarios”, explica Paul de Reeve, secretario general de EFN.
La digitalización y la inversión en investigación y en formación no es la misma en toda Europa, por ello, durante la junta de EFN se han pactado estrategias formativas para dotar a los jóvenes de una educación de excelencia, que les impulse y sitúe a la vanguardia en conocimientos enfermeros. “En nuestro comité de políticas hablamos de aprendizaje permanente, porque necesitamos educar a nuestras enfermeras para que sean digitalmente capaces en cada país.
Sabemos que esta digitalización no se está produciendo al mismo nivel en todos los países, por ello, tenemos que educar a nuestras enfermeras a través del aprendizaje permanente, introducirles en la inteligencia artificial… Todo ello con una formación determinada porque debemos ser capaces de proteger también a nuestros pacientes y salvaguardar sus datos sanitarios, porque a pesar de que esta tecnología es importante, tenemos que enseñar a nuestras enfermeras a introducirla con precaución”, expone Aristides Chorattas, presidente de EFN y miembro de la Asociación de Enfermeras de Chipre.
Con el problema en torno al talento joven encima de la mesa, durante la celebración de la cumbre europea, Marlene Juhl, miembro de la junta de la
Asociación de Estudiantes de Enfermería Europea, ha destacado la necesidad que tienen de tomar protagonismo en esta escena, a la par que ha solicitado los apoyos de todas las comisiones europeas para potenciar la formación en los Grados de Enfermería de toda Europa. “Con optimismo esperamos que la EFN ponga más atención en nuestra asociación para así empezar a buscar estrategias que nos permitan colaborar de forma conjunta, así los estudiantes podremos estar más implicados en las decisiones que se toman acerca de la enfermería.
Hablamos mucho de la realidad de los estudiantes, pero no les involucramos, por eso es importante mantener este tipo de reuniones donde podamos trazar estrategias comunes”, asegura Juhl.
Formación, práctica avanzada, conocimiento y experiencia enfermera han sido otros temas que han resaltado los dirigentes europeos. Así, en esta reunión europea han detectado la
necesidad de que “las enfermeras tengan conocimientos realmente avanzados. Es el momento de la educación de la mujer, de la formación de las enfermeras. Soy optimista porque creo que ahora, en este ámbito político de grandes cambios, y con tanta escasez de enfermeras, es nuestro momento”, afirma Monika Azman, miembro del Comité Ejecutivo de EFN y de la junta de la Asociación de Enfermeras de Eslovenia.
Agresiones
Otro de los temas que centran la cumbre europea es el incremento de las agresiones a profesionales sanitarios, especialmente a enfermeras, una profesión donde el 92 por ciento son mujeres. Tras la pandemia por covid, “la violencia ha aumentado en los entornos sanitarios y principalmente contra las enfermeras. Y no se trata solo de violencia física, sino también psicológica. Tras la pandemia, la actitud de los pacientes ha cambiado, ya
no confían en los servicios y menos en el personal sanitario. A pesar de que las enfermeras fueron sus grandes heroínas durante este periodo, la situación está cambiando y hemos visto cómo la gente ha perdido la paciencia con el personal sanitario. También asistimos a un
aumento de la violencia contra las enfermeras en los domicilios tras la pandemia. Como líderes europeos tenemos que ser capaces de abordarlo, pero a nivel mundial, encontrar maneras de ayudar a las enfermeras a afrontar este problema y ser fuertes y permanecer en la profesión, porque esta situación ha motivado a muchas al abandono. Ya hemos emitido una
declaración en asambleas anteriores sobre la violencia contra enfermeras, pero ahora estamos buscando formas de ser prácticos y, aunque en cada país exista una cultura diferente, es necesario definir una estrategia europea donde se tome una decisión unánime para abordar este problema. Diseñar políticas y legislaciones con las que unamos nuestros esfuerzos con un único objetivo común”, sigue Chorattas.
En este sentido, las enfermeras españolas, durante la presidencia Española de la Unión Europea, que se alargará hasta diciembre, aprobará una directiva relacionada con el
abordaje de la violencia y agresiones contra enfermeras que ponga fin y solución a esta lacra.
Déficit enfermero
La alarmante escasez de enfermeras afecta a todo el continente europeo. En concreto, España ocupa el sexto lugar por la cola en la Unión Europea,
con una falta de 95.000 enfermeras para llegar a la media europea de 827 enfermeras. Por debajo de España solo se encuentran Eslovaquia, Italia, Hungría, Bulgaria, Grecia y Letonia.
Dada la preocupante situación, en la cumbre de EFN “se está poniendo de manifiesto la gran dificultad que tenemos a nivel de recursos humanos de enfermería, donde existe un gran déficit del número de enfermeras. Además, a raíz de la pandemia ha habido un abandono de la profesión exponencial. Por ello resulta prioritario retener a las enfermeras, que haya políticas a nivel de salario, condiciones de trabajo y conciliación familiar, elementos que
favorezcan que las enfermeras no abandonen la profesión, y por otro lado, es necesario que aumentemos el número de enfermeras porque la pandemia ha puesto de manifiesto este déficit y, por ello, nuestro objetivo está claro, trasladar a la Unión Europea, tanto a la Comisión como al Parlamento esta situación para que tome medidas inmediatas y claras para aumentar el número de enfermeras en toda Europa, algo que se empezará a hacer a partir de enero del año que viene”, concluye José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería de España y vocal del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).
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