En los centros educativos, la
Enfermería escolar se convierte en un pilar fundamental para la salud infantil. Más allá de atender urgencias, su labor incluye la detección precoz de enfermedades infecciosas, la coordinación con los servicios sanitarios y, sobre todo, la promoción de la vacunación y hábitos saludables entre el alumnado. Sin embargo, tal y como explica
Eva Gracia Plana, presidenta de la sección de
Enfermería Escolar de Aragón del Colegio de Enfermeria de
Zaragoza, esta figura aún “no está suficientemente implantada” en el sistema público, lo que supone una barrera para una prevención más efectiva en las aulas.
Un ejemplo de esto ha sido el reciente brote de
meningitis que tuvo lugar en un colegio de Zaragoza y que afectó a tres menores y a un adulto. Casos como este ponen en relieve la importancia de contar con
personal sanitario en los centros educativos. En este contexto Plana subraya la necesidad de fortalecer esta figura para garantizar la salud y seguridad del alumnado.
La Enfermería escolar en la detección precoz de enfermedades
Para Plana, la
enfermera escolar es “clave” para detectar de forma precoz los
primeros síntomas de posibles enfermedades “con el fin de actuar con rapidez y eficacia”. Tal y como detalla, la labor de estos profesionales
no se limita a la atención individual, sino que también implica la coordinación con los servicios de Salud Pública, pediatras y enfermeras pediátricas, así como la información a la comunidad educativa y las familias.
A pesar de su importancia, Planas considera que la
Enfermería escolar no está lo suficientemente implantada ni en Aragón ni en otras comunidades autónomas. “Se va aumentando el número de
enfermeras en los centros educativos, pero no lo necesario”, lamenta.
Actualmente, en la educación pública aragonesa, la figura de la enfermera escolar está presente en colegios de educación especial y en aquellos donde hay
alumnado con necesidades de salud, pero con un enfoque exclusivamente asistencial. Esto deja de lado otras funciones clave como la gestión, la
docencia y la investigación. En cambio, en los centros concertados y privados la presencia de enfermeras escolares está más extendida.
En otras comunidades autónomas, como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Canarias, la Enfermería escolar está más consolidada, lo que permite una mejor
prevención y respuesta ante brotes infecciosos, tal y como detalla Plana.
Refuerzo de la educación sanitaria
Uno de los pilares fundamentales de la Enfermería escolar es la
educación sanitaria. “El alumnado pasa muchas horas al día durante muchos cursos escolares en los centros educativos, donde
la enfermera escolar puede trabajar junto al personal docente y no docente en la prevención y promoción de la salud”, señala Plana. Esto permite inculcar hábitos saludables desde edades tempranas, facilitando su mantenimiento en la vida adulta. Además, también se trabaja en la
formación del resto de la comunidad educativa, incluyendo familias y personal del centro.
Para prevenir futuros brotes de enfermedades infecciosas en las aulas, Plana, desde la Sección Colegial de Enfermería Escolar de Aragón, recomienda
reforzar las medidas higiénicas básicas. Entre ellas, destacan el lavado de manos correcto, la ventilación de las aulas, el uso de
mascarillas si es necesario y la información clara sobre cuándo un alumno debe permanecer en casa para evitar contagios. Además, insiste en la necesidad de estar alerta ante los primeros síntomas y mantener una
coordinación eficaz con los servicios sanitarios y de salud pública.
¿Deben ser obligatorias las vacunas para la escolarización?
El
brote de meningitis también ha reabierto el debate sobre la
vacunación infantil y su obligatoriedad en el ámbito escolar. Aunque la presidenta de la Sección de Enfermería Escolar de Aragón no se posiciona a favor de prohibir la
escolarización de niños no vacunados, recalca que el “deber” y el “trabajo” de las enfermeras es “
asesorar,
recomendar e
informar a las familias y tutores sobre el calendario de vacunas de nuestra comunidad”.
La presencia de la Enfermería escolar en los centros educativos no solo ayuda a detectar y responder rápidamente ante brotes infecciosos, sino que también juega un papel esencial en la
concienciación y promoción de la salud. Un refuerzo de esta figura podría ser clave para
evitar futuras crisis sanitarias en el entorno escolar.
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