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La enfermera que alquiló un avión para ir a dos OPE: "Mereció la pena"

"Llegué a no saber multiplicar", asegura Mercedes Gómez, debido a la extenuación del viaje

Mercedes Gómez (i) junto a una de las compañeras que viajaron con ella. Imagen cedida.

14 may 2019. 17.50H
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Mercedes Gómez tiene 47 años y atesora 18 como enfermera interina en Galicia. En una conversación con Redacción Médica, le faltan palabras y le sobran argumentos para vituperar la precariedad laboral que padecen muchos sanitarios que, además, como ella, llevan años estudiando por conseguir una plaza de enfermería. Un balón de oxígeno y un reconocimiento para que tantos años de esfuerzo no sean en balde.

Como otras tantas enfermeras, Mercedes, que además es madre de dos niños, se ha visto en la tesitura de hacer auténticos malabares para tratar de obtener una de las tan codiciadas plazas de la OPE que ha tenido lugar este domingo en un total de 13 comunidades y en la que 128.015 personas optaban a 20.501 plazas (aunque finalmente sólo se presentaron 82.408).

Pero Mercedes lo tiene claro, las condiciones a las que están expuestos los interinos les obliga a “ir a por todas”, hasta tal punto que, junto a otros tres compañeros, alquiló un avión privado desde Madrid hacia Galicia para poder presentarse a los exámenes de ambas comunidades.

“Es jugar dos bazas: doble opción y doble oportunidad. Por eso decidimos hacer eso”, asegura la enfermera, y revela que la idea de emprender tan rauda odisea fue su propio marido. “Con eso te digo todo”. Sus padres también le brindaron su apoyo: “a por todas, ni lo dudes”, le animaron. “Decidimos embarcarnos porque después de tantos años trabajados merece la pena intentarlo”, ha indicado.

Al borde de la extenuación


Totalmente baldados terminaron esta aspirante y sus tres compañeros al finalizar la maratoniana jornada. Comenta que, al menos, el primer examen, el de Madrid, le salió bien. “Preguntas claras y respuestas concretas. Nada de ir a pillar. Si sabes, sabes, y si no sabes, no sabes”, relata.

“Llegué a no saber multiplicar por el cansacio", reconoce Mercedes

Sin embargo, el examen de Galicia fue la antítesis. “No sé quién hace los exámenes. Se trata de saber si sabes, no de ir a pillar. En Galicia el examen fue rebuscado. Sabes lo que te están preguntando pero mira las preguntas y dices: ¿pero esto qué es?”, afirma. A esta dificultad hay que añadirle el cansancio del viaje. “Llegué a no saber multiplicar. Había dos problemas de cálculo y tuve gran dificultad para resolverlos, cuando no eran complicados. Es que llegas a un agotamiento mental impresionante”, comenta Mercedes desde el otro lado de la línea.

Preguntada sobre si repetiría esta odisea, esta enfermera señala que “para eso tienen que darse la circunstancias que se han dado” en la última OPE. Es decir, que se oferten un gran número de plazas en más de dos comunidades autónomas y que coincidan en diferentes horarios de mañana y tarde. “Se tendría que volver a dar esta situación y ‘boom’ de plazas, y no creo que vuelva a suceder en mucho tiempo”, zanja al respecto.

Lo cierto es que no es la primera vez que Mercedes se presenta al examen en otras comunidades. Sólo el año pasado probó suerte en Andalucía, Euskadi, Murcia, Aragón, Castilla La Mancha y Valencia, aunque hasta ahora nunca había hecho dos exámenes el mismo día. “En otra vida me dedicare a gestor de viajes porque parece que me es más rentable”, dice Mercedes con cierta sorna.


Falta de compromiso político


Mercedes también ha aprovechado para criticar el reparto de plazas ofertadas en las distintas comunidades, y no entiende cómo en la Región de Murcia, con un tamaño inferior a Galicia en extensión y volumen, se hayan convocado las pruebas para cubrir 1.235 plazas, mientras que los gallegos se han jugado 830, el 8% del total de plazas de la OPE (entre todas las comunidades, 20.501).

"Es todo gestión económica. No hay asistencia de calidad"


Feijóo (el presidente de Galicia) está contento con su 8%. Pues olé. Ojalá no tenga que tirar nunca de la sanidad pública”, asevera Mercedes. “Es todo gestión económica. Yo no digo que haya que derrochar recursos, pero se están derrochando por otro lado y no se usan adecuadamente”.

Por último, la enfermera ha insistido sobre la precariedad laboral, en concreto a la que afecta a los interinos, que no tienen derecho a cobrar por la carrera profesional cuando el trabajo que hacen, dice, es “exactamente el mismo” que los enfermeros con plaza. “¿Somos menos profesionales que ellos?”, pregunta.

Entre otras condiciones que se deberían mejorar a los interinos, es el hecho de los desplazamientos internos entre diferentes unidades hospitalarias que cubren los interinos según las necesidades del hospital. “En un mismo día he llegado a trabajar en tres unidades. Esto lo pagan los pacientes también. No hay asistencia de calidad”, zanja Mercedes.

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