La demora administrativa deja 2025 sin nuevas guías de indicación enfermera

Las guías de indicación siempre han sido uno de los orgullos de Enfermería. Estos manuales otorgan la posibilidad de indicación, uso y autorización de la dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de estas profesionales. Es más, dichos documentos son los únicos garantes de la competencia prescriptora de este perfil sanitario, a falta de una ley que valide esta función repetidamente reclamada por el mencionado colectivo. Motivo por el que el Consejo General de Enfermería (CGE) se empeña en avanzar en la elaboración y publicación de estos. Sin embargo, 2025 acabará previsiblemente sin ninguna guía nueva y con dudas de cuando llegarán las siguientes.

Desde la entidad colegial lamentan la situación. Es más, en la actualidad, existen varias guías de indicación ya finalizadas y debatidas en el seno de la Comisión permanente de Farmacia y que solo requieren de la aparición en el Boletín Oficial del Estado (BOE), orden que debe dar el Ministerio de Sanidad. Se trata de los manuales relativos a la consulta preconcepcional, la anticoncepción y las náuseas. Una serie de documentos que el CGE esperaba que viesen la luz a principios de año. "El retraso se debe al desarrollo de los trabajos en la propia comisión y el Ministerio de Sanidad, que a veces no son todo lo ágiles que nos gustaría. Pero seguimos trabajando en ello", ha puntualizado el vicepresidente del organismo enfermero, José Luis Cobos, a Redacción Médica.

Un escenario diferente al del año anterior. Y es que 2024 concluyó con tres guías de indicación publicadas, las destinadas a preparados para la infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas, la deshabituación tabáquica o procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren el uso de anestésicos locales.

"A veces los trabajo no son todo lo ágiles que nos gustaría"

Otro problema entorno a estos documentos es su lenta validación en las regiones. Por ello, el CGE también analiza junto al resto de representantes de la Comisión permanente de Farmacia -Ministerio de Sanidad, Organización Médica Colegial, Consejerías de Salud autonómicas…- el nivel de implantación de las guías ya publicadas. Hay que recordar que esta depende de las comunidades autónomas, que deben de generar protocolos para la aplicación en su territorio. "No todas van al mismo ritmo y estamos viendo dónde están los frenos", ha señalado. "Eso sí, aunque muchas van lentas, sí que se han creado grupos de trabajo y están con la adaptación de las guías", ha agregado.

¿Nuevas guías en 2026?

El paso de los días en el próximo año revelará si la situación de atasco se ha resuelto. A la espera de la publicación de algún nuevo dosier, Cobos ha asegurado que se trabaja con "normalidad". En concreto, construyen las guías de indicación para tratamientoss para el dolor y la sedación. 

Eso sí, no existe ninguna previsión de cuándo verán la luz. Por lo tanto es complicado definir el número de guías de indicación que se sumarán al listado de vigentes, conformado por las de infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas, deshabituación tabáquica, procedimientos diagnósticos o terapéuticos que precisan anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, ostomías, quemaduras, hipertensión, diabetes mellitus tipo uno y dos y heridas.

En vistas de la Ley del Medicamento

Más allá de las guías, el interés de la profesión enfermera radica en la reforma de la Ley de los Medicamentos y los Productos Sanitarios. Y es que su borrador incluye la conversión de este perfil sanitario -junto a los fisioterapeutas- en prescriptor, junto a médicos, odontólogos y podólogos. En caso de aprobarse, Enfermería no requeriría de ningún manual para el manejo de fármacos, además de abrirse su trabajo al arco completo de preparados y no solo a los establecidos en los documentos.

"Confiamos en que la ley siga sus trámites, pero, en cualquier caso, seguiremos aplicando las guías en nuestro día a día", ha aseverado el vicepresidente del CGE. "Se ha podido comprobar los beneficios a todos los niveles, para los propios pacientes, el sistema sanitario y para la labor de los profesionales dentro del equipo multidisciplinar", ha continuado. Sin embargo, pese a su utilidad, esquivar los tiempos de la administración es más complicado. Para ello, no existe ninguna guía.