Cerca de 70 enfermeras especialistas en atención a los pacientes con VIH se han reunido en Madrid para asistir a la jornada organizada por Gilead Sciences “VIH es: ir más allá de la indetectabilidad”, una sesión formativa dirigida al personal de enfermería dedicado al cuidado y manejo de pacientes con VIH.
Los objetivos de esta jornada han sido como mejorar los resultados clínicos y de calidad de vida del paciente con VIH a través de la identificación de sus necesidades no cubiertas, afianzar los conocimientos del personal de enfermería en cuanto las comorbilidades de este tipo de pacientes para fortalecer su rol en el manejo integral de la enfermedad, y establecer un diálogo con especialistas en VIH de tal manera que facilite la identificación de comorbilidades, educación en hábitos de vida saludables y la gestión del circuito del pacientes en consulta especializada, entre otras.
El acto ha contado con la participación de destacadas personalidades del mundo sanitario, como Rosa Polo, coordinadora del Grupo Español de Alteraciones Metabólica (GEAM); Antonio Antela, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela; Vicente Estrada, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; José Sanz Moreno, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares; Ignacio Pérez-Valero y Blanca Arribas, ambos del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y Juanse Hernández, coordinador de gTt (Grupo de Trabajo Sobre Tratamientos del VIH).
“Hasta que la infección por el VIH no se ha transformado en una condición crónica, no han tomado sentido las valoraciones de otras potenciales enfermedades crónicas comunes en sujetos de mayor edad. Las comorbilidades se han convertido en el principal problema para los pacientes y los médicos”, afirma Polo. “La supresión virológica por sí sola no significa estabilidad clínica. Profesionales y pacientes deben reevaluar el impacto que tienen a medio largo plazo el VIH y los TAR”.
“El conocimiento de las comorbilidades por parte del personal de enfermería es fundamental ya que son parte imprescindible en la prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con el VIH, continúa Polo. “Se deben potenciar los mecanismos de coordinación que faciliten la labor conjunta de enfermería y especialistas médicos para un manejo integral del paciente con el VIH”.
“En los últimos años se han acumulado diferentes estudios de medida de densidad mineral ósea (DMO) en pacientes con el VIH que arrojan una prevalencia del 8-22 por ciento de osteoporosis y del 40-60 por ciento de osteopenia según las recomendaciones de la OMS”, concluye Rosa Polo.
Durante la jornada se han analizado los motivos por los que se considera necesaria una formación en necesidades no cubiertas en el manejo del tratamiento del VIH. Por un lado, se ha destacado cómo la innovación en el tratamiento ha transformado el VIH en una patología crónica. Sin embargo, los pacientes con VIH siguen teniendo una esperanza de vida más corta y comorbilidades más debilitantes debido a la acumulación de riesgos a lo largo de la vida.
Asimismo, los especialistas han señalado que la supresión virológica por sí sola no significa estabilidad clínica. Los pacientes con VIH y sus responsables sanitarios deben volver a evaluar el impacto a largo plazo del VIH y los efectos no deseados de los antirretrovirales (ARV), que en la actualidad se consideran aceptables.
En definitiva, se trata de plantear una nueva aproximación en la atención del VIH que identifique de forma activa posibles riesgos y responda a las necesidades de los pacientes en el largo plazo, yendo más allá más allá de la indetectabilidad y manteniendo y restableciendo la salud en las personas que viven con VIH.
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