Uno de los compromisos del
Alberto Núñez Feijóo en la campaña de las elecciones generales pasaba por potenciar las capacidades de los profesionales tanto de
Enfermería como de
Farmacia en el seno del Sistema Nacional de Salud (SNS). Esta promesa se traducirá en un refuerzo de sus competencias en áreas como la
gestión de los pacientes crónicos o en su papel dentro de la Atención Primaria si finalmente llega al Gobierno, según ha podido saber
Redacción Médica.
El
programa del Partido Popular para el 23 de julio contemplaba esta medida como parte de un proyecto para la reforma de la
Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, con el que se pretendía impulsar el desarrollo de "equipos multidisciplinares" en la sanidad. Era una de las
24 grandes apuestas para el sector salud, que ahora dependerán del resultado definitivo de las negociaciones para investir un nuevo presidente.
La que fuera portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso durante la última legislatura,
Elvira Velasco, ha explicado a este periódico que el objetivo de esta medida es responder a las necesidades que ya se detectaron durante
la pandemia de Covid-19, así como a los problemas que atraviesa la Atención Primaria.
“Sobre todo en el ámbito de la cronicidad habría competencias que Enfermería podría llevar a cabo perfectamente”, ha expresado.
La diputada electa ha insistido en que tanto enfermeras como farmacéuticos cuentan con una “
formación estupenda” pero necesitan un mayor
“desarrollo profesional” para poder aprovechar sus competencias. Algo que ha puesto en la línea con otros avances conseguidos en los últimos meses en el sector de la Medicina, como la aprobación de las
especialidades de Urgencias o de Genética.
Las competencias sanitarias, a debate con las comunidades
En todo caso, la voz sanitaria del PP ha apuntado a que la definición concreta de las nuevas competencias estará sujeta tanto a un
debate con las propias profesiones sanitarias como con las comunidades autónomas que gestionan la sanidad para alcanzar un punto de “consenso”. Por eso, su objetivo es trasladar una propuesta a la
Comisión Nacional de Recursos Humanos del SNS, en caso de que finalmente se hagan con el control del Ministerio de Sanidad.
“Hay que definir un modelo de Atención Primaria e incorporar la capacitación de las diferentes profesiones.
Se requiere voluntad de llegar a acuerdos y establecer esos marcos de diálogo”, ha apostillado la enfermera que repetirá su puesto como diputada en el Congreso de los Diputados gracias al resultado electoral.
Velasco ha subrayado la importancia de que el nuevo Ministerio de Sanidad se encargue de la
“coordinación” de las competencias de las dos profesiones sanitarias en el marco de sus reuniones con las comunidades autónomas. “Tanto Enfermería como los farmacéuticos t
ienen esa formación específica y requieren que se le dé ese espacio para poder llevarlo a cabo”, ha concluido.
La reforma de las competencias se suma a
una batería de propuestas que el PP presentó a las elecciones generales, entre las que figuraban un incremento de 1.000 plazas formativas para Medicina Familiar en el MIR,
dos nuevas leyes sanitarias, el despliegue definitivo de la
Agencia Estatal de Salud Pública, la creación de una reserva estratégica de medicamentos o un
nuevo enfoque de la salud mental. Aunque su materialización está condicionada a las negociaciones de investidura que, por ahora, ofrecen más posibilidades al bloque de la izquierda.
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