Varios miembros del Instituto Superior de Investigación para la Calidad Sanitaria (Isics) del
Consejo General de Enfermería (CGE), han empezado a movilizarse en cuatro de los cinco continentes para analizar los servicios sanitarios que ofertan las farmacias en siete países diferentes. Según explican fuentes del CGE, el objetivo del estudio es “comprobar algunas afirmaciones que se hacen en España sobre lo que se hace en estos países”.
En concreto, los países en los que se van a movilizar los investigadores enfermeros son
Reino Unido, Francia, Portugal, EEUU, Canadá, Australia y Japón. El CGE señala que se quiere comprobar si se realizan prácticas como
adherencia al tratamiento, seguimiento de pacientes crónicos polimedicados y
cribado de cáncer.
Para el CGE "ahora
está bien regulado quién da estos servicios porque está incluido en el plan de estudios”. Según el organismo la normativa actual deja muy claro “quién, cómo, cuándo y dónde” se puede dar estos servicios.
Sobre la posibilidad de una reforma de la regulación española que permitiera que las farmacias ofrezcan nuevos servicios, el CGE se reafirma en que
“hay que estudiarlo”. Sin embargo, apuntan a que “hay que dejar claro que no se pueden confundir actividades comerciales con actividad profesional”.
"Una privatización"
El CGE está decidido a comprobar si son ciertos los ejemplos que pone la farmacia española para avanzar en la regulación de los servicios profesionales con
la preparación de este estudio, que pretende aportar una nueva visión sobre el modelo mediterráneo de Farmacia y sus diferencias con otros países.
Para Máximo González Jurado, presidente de los enfermeros españoles, el problema nace de que un "establecimiento comercial tenga interés en
recabar fondos de actividad asistencial". En la opinión de González Jurado, "eso es una privatización". De hecho, afirma que “habría que debatir la liberalización de la oficina de farmacia y ver las ventajas o desventajas reales de que la dispensación de medicamentos financiados se haga dentro del sistema".
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